Carlos Sainz destroza el trofeo de la Netflix Cup después de ganar

Carlos Sainz ha sido protagonista esta noche en Las Vegas, y lo ha sido por dos motivos. Por un lado, el piloto ha ganado la Netflix Cup, una competición de golf organizada en la ciudad con motivo de la llegada de la Fórmula 1. Y, por otro, desafortunadamente, ha destrozado el trofeo que le acredita como vencedor debido a un descuido. 

El piloto de Ferrari es un gran apasionado al golf, un deporte que ya le vimos practicar hace unos meses junto a otros deportistas en la Ryder Cup de Roma. Por ello, Carlos era uno de los favoritos de la Netflix Cup de Las Vegas, el torneo organizado para pilotos y jugadores de golf antes del Gran Premio de F1. 

El madrileño cumplió con las expectativas, al alzarse con el triunfo junto con el golfista profesional Justin Thomas. Sin embargo, el momento que se ha hecho viral tras su victoria no ha sido precisamente el de uno de sus golpes ni nada que ver con el deporte, sino lo que ocurrió después de vencer... cuando a Carlos se le cayó el trofeo.

Sainz hizo 'un Lando Norris', el piloto que más trofeos ha destrozado en el podio de la Fórmula 1. Cuando estaba hablando ante los invitados y medios presentes, al piloto madrileño de Ferrari se le escapó el trofeo de las manos y este cayó al suelo, resultando dañado. Carlos se echó las manos a la cabeza y sonrió, abochornado por ello.

Las imágenes fueron grabadas por muchos de los que presenciaron lo ocurrido, y pronto acabó en redes sociales, donde muchos aficionados no tardaron en comparar a Carlos con Lando Norris, que en el GP de Hungría llegó a romper el trofeo de ganador de Max Verstappen, y que en Gran Bretaña también lo tiró al suelo al abrir la botella de champán con el podio.

Además de Sainz, también participaron en la Netflix Cup los pilotos Pierre Gasly, Alexander Albon y Lando Norris, formando equipos con Rickie Fowler, Max Homa y Collin Morikawa. La victoria aquí fue para Carlos, veremos qué ocurre sobre la pista el domingo... y si el trofeo se vuelve a caer, ¡de poco importa si el triunfo cuenta en el palmarés!