Bugatti desarrolla el primer motor V16 de producción en serie desde antes de la Segunda Guerra Mundial

Hace tiempo que sabemos que el futuro sucesor del Bugatti Chiron recurrirá a una mecánica híbrida, lo cual no sentó muy bien a algunos de los seguidores de la marca y, en general, aficionados al motor. Pero tarde o temprano, todas las marcas tendrán que adentrarse en la electrificación. 

Sin embargo, cuando los rumores apuntaban a que el próximo hiperdeportivo de Bugatti montaría un motor V8 o, quizás, un V10, nos hemos llevado las manos a la cabeza al conocer que, finalmente, la marca francesa ha desarrollado un motor V16, una arquitectura que no se ve en la industria del automóvil desde antes de la Segunda Guerra Mundial.

Hasta ahora, los únicos coches construidos recientemente con motores de 16 cilindros en V han sido prototipos. Cuando se presente el nuevo modelo, Bugatti se convertirá en la única marca que produce un V16 en serie desde la guerra y será el primer motor que desarrolla con esa arquitectura en 84 años.

La decisión de Bugatti sorprende, porque se produce en un momento en el que prácticamente todos los fabricantes están desarrollando motores cada vez más pequeños. 

Bugatti desarrolla el primer motor V16 de producción desde antes de la Segunda Guerra Mundial

En toda la historia del automóvil, sólo hubo tres motores V16 producidos en serie: dos desarrollados por Cadillac (el Serie 452 de 1930, con un V16 de 7.4 litros de 175 CV y el Serie 90 de 1938, con un V16 de 7.1 litros y 185 CV) y uno de Marmon (el Sixteen de 1931, con un V16 de 8.0 litros y 200 CV).

Hubo que esperar a 1988 para ver un motor V16 moderno de la mano de BMW. La marca alemana trabajó en un bloque de 16 cilindros experimental para el Serie 7 E32 que producía 407 CV, conocido internamente como 'Proyecto Goldfish', pero terminó desechando la idea. 

Al Bugatti Chiron le sale un problema por el que los pasajeros pueden resultar heridos en un accidente a baja velocidad

También Bentley contemplo la opción de un V16 para la actualización del Mulsanne de primera generación (1980-1992), pero se tuvo que conformar con un ‘modesto’ V8 de 6.75 litros.

Aunque nunca se confirmó, se dice que Mercedes también se puso a desarrollar un V16 cuando se enteró de que su rival, BMW, lo estaba desarrollando. En 2003, Cadillac presentó un prototipo que recuperaba una mecánica V16, el Sixteen, de 13,6 litros y más de 1.000 CV. 

En principio, la marca estadounidense quería montar este motor en la versión más lujosa del espectacular Escalade, pero al final decidió no hacerlo, ya que habría alcanzado un precio prohibitivo. 

Un año después, el Rolls-Royce 100EX Concept también contó con una mecánica V16 bajo el capó desarrollada por BMW, pero, una vez más, no pasó del prototipo. Más tarde llegarían los Drophead y Wraith con motores V12.

No hace falta explicar demasiado por qué los motores V16 han tenido tan poco recorrido a lo largo de estas décadas. Por un lado, cuesta demasiado producirlos, lo que obligaría a un precio de venta del coche desorbitado, y se puede obtener la misma potencia o más en un V8 con turbocompresor. 

Por otro, está el problema del espacio en el vano motor: o se diseña un capó enorme o hay que hacer malabares para instalar el sistema de refrigeración y otros sistemas auxiliares.

Bugatti, la única marca que puede hacer un V16

Bugatti no tiene ninguno de los problemas anteriores. En primer lugar, porque su público objetivo es gente a la que le sobra el dinero y le da igual el precio del coche. En segundo lugar, la fábrica de la marca en Molsheim está preparada para fabricar cualquier tipo de vehículo, por muy extravagante que sea su diseño (imaginemos un capó larguísimo).

Sobre esto último, el diseño del sucesor del Chiron, todavía es un misterior y tendremos que esperar hasta junio, cuando Bugatti presentará su nuevo modelo oficialmente. Teniendo en cuenta la disposición del motor, es de esperar que el coche sea largo, bajo, ancho y con clase.