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3 razones para comprar un coche automático

razones para comprar un coche automático
¿Te convencen?

A este lado del charco hablar de coches automáticos era una rareza hasta hace solo unos años: al contrario que en Estados Unidos, no había tradición y lo normal era conducir un manual, engranando marchas de manera artesanal, “como debía ser”. Sin embargo, este tipo de cajas de cambio cada vez son más habituales y nosotros te vamos a dar 3 razones para comprar un coche automático.

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Comodidad

Métete en un atasco en hora punta en la principal vía de tu ciudad y pásate 30 minutos repitiendo hasta la saciedad la siguiente secuencia: embrague a fondo, meto primera, levanto suavemente el pie izquierdo, acelero, freno a los 10 metros y meto punto muerto. Es posible que incluso lo hagas con el chip automático en la cabeza, pero lo más seguro es que, como mínimo, te moleste ligeramente el gemelo izquierdo. Cambia la transmisión manual por una caja de cambios automática y olvídate del tedio: no hace falta ni que aceleres, con solo levantar el pie del freno el coche ya echa a andar. Fácil, sencillo y para toda la familia.

Para los menos hábiles

Seamos sinceros: no todo el mundo es igual de hábil al volante. De hecho, hay gente que incluso se agobia ante toda la cantidad de cosas que hay que hacer cuando se conduce un coche. Para ellos simplificar una de ellas (quizá la más compleja) es toda una ayuda y, además, tiene ventajas que les evitarán pasar un mal rato: adiós a que el coche se cale y el resto de conductores muestren su furia desgastando el claxon, hasta nunca a los problemas para sacar el coche en un pendiente hacia arriba, etc.

Rendimiento y eficiencia

Ya es hora de que dejemos atrás los habituales mantras negativos sobre los coches automáticos, puesto que ya han dejado de ser verdad. Se les acusaba de ser más gastones que los que utilizaban un cambio manual, y lo eran, pero ya no, puesto que técnicamente han sido optimizados y consiguen cifras de consumo muy parejas a las que de un manual. Por otro lado, han sido señalados como lentos y torpes, incapaces de mover un vehículo con las mismas sensaciones y soltura que un manual, algo que ya no es tan cierto y que, en el caso de cajas como las de doble embrague más “finas” del mercado, es incluso al revés, consiguiendo vehículos disponibles con ambas transmisiones mejores aceleraciones de 0 a 100 km/h con el cambio automático.

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