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Rally Legend San Marino 2014: vamos con Luis Moya a "¡ras!"

En esta duodécima edición del Rally Legend San Marino 2014, hemos acompañado a Luis Moya a "¡ras!", como él diría, para adentrarnos en una competición espectacular que se celebra desde hace una década en ese pequeño país. Ganó Markku Alen.

Ya es un clásico de los clásicos y de los coches de todas las épocas. Y de sus pilotos. Por eso, AUTOBILD.ES ha tenido la oportunidad de estar en el Rally Legend de San Marino 2014 para acompañar a Luis Moya y al equipo Volkswagen en esta duodécima edición y disfrutar de bólidos que solo se suelen ver en fotos y exposiciones y de algunas las leyendas que los pilotaban y copilotaban… pero, esta vez, en plena acción.

Ganó Ganó Markku Alen, al volante de su Lancia Rally 037, aunque eso es casi lo de menos en una prueba que no puntúa para el Mundial ni para nada que se salga de las estrechas fronteras de San Marino, un pequeño país minúsculo pero que rezuma una pasión enorme por el automovilismo. 

Uno está acostumbrado a ver -cuando no, participar- rallys de regularidad con velocidades bajas, en los que se va más pendiente de no pasarse de las medias establecidas por la organización que de pisar a fondo el acelerador. Sin embargo, este Rally Legend es una prueba de velocidad pura y tubos de escape que no piden perdón por proferir alaridos y petardeos para deleite de los aficionados.

 
VW patrocinaba la fiesta. Porque, tras la hegemonía de Loeb y Citroën en los últimos años, los de Wolfsburgo se se han consolidado como la marca a batir en el Campeonato del Mundo de Rallys (WRC).

Han ganado el título de Constructores y Pilotos en 2013 y en 2014, una vez que ya se han asegurado el campeonato de Constructores, la emoción a día de hoy está en que se acabe por decidir cuál de sus dos corredores se hará con la preciada corona, si repetirá Sebastien Ogier o si se estrenará su compañero, Jari-Matti Latvala, que aún disfruta el triunfo del pasado Rally de Francia-Alsacia 2014. 

Una 'bala' llamada Latvala

Precisamente, Latvala ha sido uno de los padrinos de este Rally Legend San Marino 2014, al volante de su VW Polo WRC, como coche 'cero'. Y, aunque parezca mentira, verle cruzar los tramos a tanta velocidad es 'solo' uno de los alicientes que ha animado al público a llenar, de nuevo, las cunetas este año.

Jari-Matti Latvala nos dio una vuelta por unos de los tramos en su Volkswagen Polo WRC.

¿El resto de buenas razones? En rally que ofrece la oportunidad de disfrutar de cochazos míticos del Mundial (Lancia Stratos, 037, Delta S4, Delta; Ford RS, Escort de varias generaciones, Toyota Celica, Subaru Impreza, Mitsubishi Evo, Ford Focus, Citroën Xsara, Peugeot 205 T16, 206...) y estar cerca de su tripulación (Juha Kankkunen, Didier Auriol, Markku Alen...).

 
El Grupo VW, además, celebraba su recién conseguido título de Constructores en el WRC, y, además del bólido de Latvala, ponía en pista el Volkswagen Golf GTI Mark I del Rally de Montecarlo de 1980, el Volkswagen Rally Golf G60 del Mundial de 1991 y dos Audi Quattro, el A2 de 1984 y el Spor Quattro S1 de 1986.

Luis Moya, otro padrino de lujo

Luis Moya -si, sí, el del archiparodiado "¡Trata de arrancarlo, Carlos!" y "Ojo, lluvia, ¡ras!" [que no, "a ras"]- se resigna con humor a que le sigan haciendo esas bromas a diario y cuando habla rápido, parece que uno está escuchando a su mejor imitador. Pero habla, se concentra, trabaja y se apasiona muy en serio. Es de esa generación de corredores que no tiene pelos en la lengua, que es sincero y que no duda en ofrecerte galletas en un aeropuerto, tomar el pelo con palabras en español a los miembros del equipo o sentarse a desayunar en tu mesa y contarte todo tipo de batallas (benditas batallas) en las que se ha dejado la piel literalmente -tiene los párpados quedamos por una salpicadura de motor en un rally- al lado derecho de tantos y tantos coches… 

Precisamente, antes de la dosis del día, entre cafés y cruasanes tempraneros, toma asiento a mi lado enfundado en su traje de VW. Me confiesa que nunca ha tomado biodraminas para el mareo, pero que ahora, "como no tengo costumbre", me dice, si las toma, y le van muy bien. Ha tenido que copilotar ya el VW Golf GTI MKI amarillo que ha traído el equipo, y lo que más le ha costado es dar las instrucciones en alemán, me cuenta. Pero son notas fáciles, ¿no? "No creas", me explica, "no las he hecho yo, sino que ya vienen hechas, y son largas, no tanto como las de Carlos [Sainz, famoso por su meticulosidad al preparar los tramos, además de por haber ganado junto a él dos Mundiales del WRC, en 1990 y 1992] y por ser en alemán. Pero ya lo voy pillando".

Y claro, ahora soy yo quien tiro de chiste fácil y aparco la relación periodista-estrella de la competición que nos une en este momento. "Oye, Luis, ¿y cómo se dice "Ras" en alemán? "¡Cut, cut! Es fácil", contesta divertido.

Después, con el Quattro, encendido, no tiene reparos en expresar su euforia: "Me lo he pasado en grande, he disfrutado lo que no está en los escritos. Y creo que lo he hecho mejor con el Quattro que con el Golf, porque iba más concentrado. No veas, Rodrigo, lo rápido que pasa todo ahí dentro. De hecho, me estresaba más en las rectas que en las curvas", ríe.

Toda una experiencia para disfrutar de estos 'monstruos' con ruedas -y sin ellas, de carne y hueso- y que ojalá podamos repetir el año que viene. Y, ya puestos a pedir, al volante de algún bólido de los que aquí se ven. ¿Quién se apunta el año que viene?

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