Rally de Argentina: Loeb defiende el liderato en una prueba en la que está invicto desde 2004

El Campeonato del Mundo de Rallys vuelve a cruzar el charco para la disputa del Rally de Argentina. Una prueba que, desde 2005, es terreno propicio para Sébastien Loeb, ganador de las cinco últimas ediciones. Pese a estos antecedentes, y a que el campeón galo y su equipo llegan a tierras sudamericanas en cabeza de las clasificaciones y habiendo ganado las cuatro últimas pruebas, cabe pensar en que, esta vez, el desenlace puede no ser tan previsible.

Aunque el otro gran contendiente, Ford, aún no ha conseguido llevar a la victoria sobre tierra a su nuevo Fiesta RS WRC, lo sucedido en el reciente Rally de Italia ha infundido al equipo un gran optimismo. Mikko Hirvonen acabó segundo, pero habría tenido grandes opciones de ganar si no hubiera perdido 50 segundos en la primera etapa debido a un pequeño error. Más grave fue el de su compañero, Jari-Matti Latvala, que no acabó esa jornada por un accidente. Pero, tras reengancharse, fue el más rápido en las dos últimas etapas.

El director de Ford Motorsport, Malcolm Wilson, se ha mostrado convencido de que su dúo finlandés sabrá reaccionar en Argentina (que, como novedad, este año incluye dos tramos con secciones de asfalto en su tradicional recorrido por la provincia de Córdoba). “Creo que en Italia tuvimos el conjunto coche-piloto más rápido, lo que, para Mikko y Jari-Matti, fue una inyección de confianza; las posiciones en ambos campeonatos siguen muy apretadas y estoy convencido de que la emoción no va a cesar”, asegura Wilson.

Hirvonen y Latvala se prepararon para las citadas secciones de asfalto en una jornada de pruebas previa al pasado Rally de Italia, en la que usaron los preceptivos neumáticos blandos de tierra, lo que podría suponer una ventaja. "Los tramos mixtos serán duros para los neumáticos, pero el Fiesta nos dio buenas sensaciones y tengo confianza en que podré ser tan rápido como en Italia", ha asegurado Hirvonen.

Mientras, el líder del Mundial, Loeb, no se confía, pese a su inmaculado currículo en Argentina y a sus dos más recientes victorias. "Ha sido bueno comprobar que el DS3 tiene una ligera ventaja sobre tierra, pero al final de los tramos las diferencias son muy pequeñas y, en Argentina, habrá que pisar el acelerador a fondo desde el primer tramo hasta el último; además, con un tramo de 48 kilómetros para comenzar la última etapa, bajar el ritmo no va a ser una opción", ha afirmado el campeón francés.