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Comparativa: Mercedes AMG E 63 S Estate vs Audi RS 6 Avant Performance

Comparativa: Mercedes AMG E 63 S Estate vs Audi RS 6 Avant Performance
¿Piensas que un familiar es aburrido? Estos tienen más de 600 CV. Y los hemos metido en circuito.

El Mercedes AMG E 63 S Estate ya está aquí. Su objetivo: ser el familiar más veloz de todos los tiempos. Su rival: el Audi RS 6 Avant en su extrema versión Performance. Nuestra misión: llevar a estos dos familiares al circuito de Sachsenring y comprobar cuál es el rey de su segmento. Comparativa: Mercedes AMG E 63 S Estate vs el Audi RS 6 Avant Performance.

La variante Estate del Mercedes Clase E tiene ya 40 años, y desde entonces es una referencia entre los coches familiares de alta capacidad, si bien ahora no es el que tiene más maletero de su segmento, como acostumbraba, pero sigue siendo muy espacioso. Aunque ha crecido por fuera, ahora su volumen máximo es algo menor: 1.820 litros. Sigue siendo una cifra muy respetable, en cualquier caso, que hace temblar a su rival de Audi, que se conforma con 1.680 litros.

VÍDEO: ¡Audi RS 6 Avant en acción!

Pero en esta comparativa no prima la practicidad, sino cómo se desenvuelven estos dos deportivos con carrocería familiar en circuito. Los dos llevan motores doblemente sobrealimentados, colocados entre sendas bancadas de cilindros. Con esta fórmula, el del Audi entrega 605 CV, y el Mercedes sube al apuesta a 612. Los dos trasladan la fuerza a través de un cambio automático a las cuatro ruedas, en el caso del AMG con nueve relaciones, una más que el Audi.

El Mercedes, en modo Drift, permite desacoplar el eje delantero, lo que ayuda sobremanera a la hora de redondear las curvas. También pone su granito de arena, cómo no, el diferencial con bloqueo del eje trasero con gestión electrónica. En cualquiera de los modos de conducción, el embrague electromecánico reparte la fuerza hasta un 50%. Y partiendo desde parado, con máxima aceleración, dispone de función Race Start. Traducido a la práctica: sale disparado sin apenas pérdidas de tracción con un rugido espectacular, y en 3,4 segundos ya va a 100 km/h, y a los 11,4 vuela a 200. La punta está limitada electrónicamente a 250 km/h, pero con el paquete Driver le quitan el "cepo" y estira hasta los 290. La sensación cuando lo llevo al límite es que el chasis todavía tiene mucho más margen.

¿Familiares? ¡Anda ya!

En aceleración en recta, el Audi también sorprende: un launch control le permite llegar a los 100 km/h desde parado en 3,5 segundos, y a los 200, en 11,8. Aunque sea levemente más lento que su rival, se siente más violento, aunque esa percepción posiblemente se deba a que su motor suena más desatado, posiblemente porque está menos aislado que el del AMG. El sistema de tracción integral del Audi le da prioridad aleje trasero, con un reparto de 40:60. El diferencial con bloqueo posterior, opcional con el paquete Dynamic Plus, sobreacelera la rueda exterior trasera en curvas, y contiene así los temidos subvirajes. Con este paquete también se incluye el sistema de amortiguación Dynamic Ride Control, que reduce los movimientos de la carrocería y la inclinación lateral en los giros.

Comparativa: Mercedes AMG E 63 S Estate vs el Audi RS 6 Avant Performance
Comparativa: Mercedes AMG E 63 S Estate vs el Audi RS 6 Avant Performance

Es un coche muy manejable para su peso y tamaño, y al mismo tiempo, la suspensión tiene buenas maneras a la hora de filtrar las irregularidades. Solo las enormes ruedas de 21 pulgadas ensombrecen un poco el confort general. El AMG monta una suspensión neumática adaptativa. Esto le permite rodar con inusitada suavidad, en modo Confort, por carreteras en mal estado. Y cuando lo pones en los programas Sport o Race, se endurece para mantenerlo estoico en las curvas, por muy fuerte que entres en ellas. Por eso, este enorme AMG familiar se siente inesperadamente ágil en el circuito, como si pesara media tonelada menos. Los Michelin Pilot Sport 4S le aportan un grip de primer nivel, y los subvirajes y sobrevirajes a la entrada y salida de las curvas se controlan perfectamente dosificando el pedal del gas.

El cambio trabaja más rápido que en su antecesor, que mostraba algunos retardos ante los requerimientos del acelerador. Los frenos cerámicos opcionales permanecen totalmente estables incluso después de una vuelta rápida al circuito, con el punto de presión perfectamente definido, sin mostrar blandura alguna. Hay que decir que con el modo Race se siente demasiado duro, y con un tarado un poco más blando pasaría aún más rápido por las curvas. Con todo, ha hecho la vuelta más rápida de esta comparativa: 1:35,89 minutos, un tiempo sorprendente para un coche familiar.

Comparativa: Mercedes AMG E 63 S Estate vs el Audi RS 6 Avant Performance
Comparativa: Mercedes AMG E 63 S Estate vs el Audi RS 6 Avant Performance

Ahora le toca al Audi RS 6: salgo disparado de boxes y me meto de lleno en la curva Coca-Cola. La dirección, muy directa, me permite situar el morro justo cuando lo pienso, y es más comunicativa que la del AMG. Su tacto es más realista, menos sintético. Aun en modo Dynamic, su chasis nos parece demasiado blando, por eso en curvas cerradas como la Omega, aunque lleve activado el Dynamic Ride Control, tiene que lidiar con los movimientos de la carrocería. El cambio tiene una doble cara: sube de marchas con un ímpetu maravilloso, pero es algo perezoso en algunas reducciones. Su vuelta más rápida ha sido de 1:38,47 minutos.

Es una buena cifra, pero no nos ha gustado que después de solo dos vueltas a tope, el punto de presión de los frenos ha retrocedido un poco, y la zona de los discos ha empezado a humear. Con todo, hay que decir que las detenciones siguen siendo estables, si bien los frenos dan la sensación de estar trabajando al límite.

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