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El horizonte Bosch, hacia el parabrisas electrónico

El horizonte Bosch, hacia el parabrisas electrónico
El coche y todos sus sistemas, motor incluido, estarán pronto conectados a internet. Según el horizonte electrónico de Bosch, el conductor tendrá libre acceso a la red y a todos sus servicios gracias al parabrisas electrónico.

Solo en los últimos dos o tres años, los coches han empezado a ser de verdad permeables a la red de redes, ya que no se trata solo de integrar ciertas tecnologías, sino de usarlas de manera segura en un vehículo, algo mucho más complejo que lo segundo. El coche conectado de Bosch es el camino que se ha marcado el proveedor líder mundial en el sector del automóvil para que décadas de experiencia confluyan en la mejor solución posible para gestionar la ingente cantidad de información que podrá llegarles a los conductores. En este senteido, otros proveedores y marcas ya han presentado prototipos de parabrisas electrónico o parabrisas con realidad aumentada.

El horizonte Bosch, hacia el parabrisas electrónico

En este camino, Bosch se marca tres objetivos intermedios: hacer que internet forme parte del coche, que el coche forme parte de internet y, finalmente, que el coche forme parte del internet de las cosas y de los servicios. Por suerte, en el primero estamos ya de lleno como demuestra la llegada de Apple al automóvil con su CarPlay, un iOS 7.1 para coches. Dentro del primero de sus objetivos, Bosch ha presentado recientemente el sistema MySpin, que puede integrar teléfonos móviles de iPhone o Android y mover sin problemas sus respectivas aplicaciones.

El horizonte Bosch, hacia el parabrisas electrónico

Eso sí, siempre y cuando estén disponibles en la tienda de MySpin, para lo que necesitan el visto bueno de Bosch en lo que a su manejo seguro se refiere. Para lograr que los coches formen parte de internet queda también realmente poco para que los vehículos no sólo utilicen la información de internet, sino que también transmitirán informaciones útiles a su entorno. Es lo que hace tiempo viene en llamarse C2C y C2X y que tras la creación del software basado en el cloud computing –la nube- parece mucho más accesible. En el futuro, los coches recogerán información con sus múltiples sensores y la compartirán en tiempo real entre sí o con un servidor. La primera aplicación de esta tecnología, el eCall, está a punto de convertirse un estándar en Europa desde 2015.

El parabrisas electrónico

Gracias al coche conectado a internet, también habrá próximamente sistemas de monitorización de las partes internas de los vehículos que, por ejemplo, serán capaces de indicar el desgaste excesivo en alguna de las piezas. Para llegar al momento en el que el coche forme parte del internet de las cosas y de los servicios todavía habrá que esperar a que el automóvil incorpore más funciones de conducción autónoma o, al menos, asistentes más complejos que eviten la distracción del conductor de la carretera.

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El primer paso será conectar a internet a una ciudad entera con sus infraestructuras incluidas. En ese momento, podrán empezar a llegar los parabrisas electrónicos a los coches, como el que se avanzó en la película Mision Imposible: Protocolo Fantasma, que llevaba el BMW i8 de Tom Cruise y que puedes ver en el trailer de arriba apenas un par de segundos. No es esta, ni mucho menos, una tecnología de ciencia ficción: en 2012, Mercedes ya presentó un parabrisas con realidad aumentada durante el CES de Las Vegas de 2012.

Abajo, puedes ver un vídeo publicado por AutoGlass en 2011 mostrando algunas funciones de otro parabrisas inteligente. Hitachi, Harman o Continental son solo algunos de los proveedores de la industria del automóvil que ya están desarrollando esta tecnología, a la que para ser realmente útil al conductor, además de seguridad, hará falta que haya disponibles muchos más contenidos.

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