No te fíes de un Volvo con cara de bueno
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Los deportivos son rápidos, en aceleración y en velocidad punta, por lo que es habitual encontrarlos en las famosas carreras de aceleración de un cuarto de milla intentando demostrar de qué están hechos. Para todos los que no pueden costear un deportivo de este calibre, existen las modificaciones, coches especialmente diseñados para competir con una gran potencia.
Y luego están los sleepers, personalmente mis favoritos, y hoy os traemos un perfecto ejemplo. Un sleeper es un coche cuyo exterior se mantiene original, mientras que bajo el capó cuenta con un motor altamente preparado o directamente con el propulsor de cualquier otro vehículo. Cuando intentas competir contra él, la sorpresa es mayúscula.
Este es el caso de este Volvo 242 de 1983 al que su dueño le ha instalado un motor LSX y un turbocargador que compró por eBay. Esta salvaje criatura cuenta ahora con 600 CV y es capaz de ridiculizar a un Lamborghini Huracán y a un Corvette Stingray. No te pierdas el vídeo a continuación.
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