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Prueba de coche de carreras: Clio V RSR

Prueba del Renault Clio V RSR de rallys Clio Rally5

Pilotamos tanto el Clio Cup como el Clio Rally5. Un coche como la 'copa' de un pino.

No todos los días un probador de coches tiene la suerte de conducir en circuito, por mucho que los aficionados puedan pensar que así sea. Ni tampoco tenemos ocasión de ponernos a los mandos de un coche de carreras tan a menudo como nos gustaría. Pero hoy estoy de suerte, porque no sólo van a ocurrir ambas cosas, sino que voy a probar dos Clio V RSR (Renault Sport Racing) por el precio de uno.

Sí, porque el Renault Clio de carreras de quinta generación parte de una misma base para hasta tres coches distintos de competición: el Clip Cup, el Clio Rally5 y el Clio RX, que se utilizan para la copa monomarca de circuitos, que se lleva disputando ya 52 años, los rallys y el rally cross, respectivamente.

En este caso yo he podido subirme a las versiones de circuito y de rallys en un circuito cerrado que no es propiamente una pista de carreras, pero que sí es un buen lugar para descubrir cómo se las gastan las versiones de competición de un utilitario tan conocido por todos como el Renault Clio. Me refiero a la pista de manejabilidad del INTA (Instituto Nacional de Técnicas Aeroespaciales), que es precisamente donde se homologan algunos vehículos antes de salir al mercado.

Prueba de coche de carreras: Clio V RSR

Prueba del Clio V RSR

La mañana es fría y el asfalto está mojado, así que no son las mejores condiciones para poder explotar las cualidades de un coche relativamente desconocido para mí. Por suerte, ya he tenido la suerte de probar algunas versiones anteriores de este coche de carreras, pero de eso hace ya un tiempo y el recuerdo, aunque grabado a fuego en mi memoria, no sé si será lo suficiente como para moverme con soltura en las tres vueltas que me permiten dar.

Como te decía, la base mecánica es idéntica para todos los Renult Clio de carreras, como es lógico, se parte del Clio R.S. de calle, pero se vacía por completo el interior y se monta una jaula de seguridad. La suspensión delantera es tipo McPherson y la trasera es un tren en H y se montan en ambos casos amortiguadores específicos cuya dureza no es regulable.

El motor es el HR13 de Renault, es decir, un cuatro cilindros turbo de 1,3 litros que entrega 180 CV de potencia y 300 Nm de par, que funciona muy bien desde abajo y transmite sensación de ofrecer más potencia de la que realmente tiene.

Aquí se aprecia la altura de la palanca de cambios y lo cerca que va del mando del limpiaparabrisas
Aquí se aprecia la altura de la palanca de cambios y lo cerca que va del mando del limpiaparabrisas

Salto a la pista primero con el coche Renault Clio Rally5, que es el que ves en las fotos, que monta unos neumáticos mixtos que seguro me van a ayudar a controlar mejor la situación con este firme tan deslizante y húmedo.

En los primeros metros me lo tomo con mucha calma, pero enseguida recuerdo que tengo sólo tres vueltas y que no puedo perder el tiempo si quiero descubrir mínimamente cómo se comporta el coche. Así que enseguida avivo el ritmo y empiezo a subir el motor de vueltas y a engranar marchas como un loco. Monta una caja de cambios Sadev secuencial de dientes rectos con un embrague Sachs que sólo es necesario pisar para salir en primera, luego puedes subir y bajar de marcha sin usar el pie izquierdo.

Unos indicadores LED se van iluminando en naranja en el cuadro de mandos y cuando pasan a rojo es el momento de pasar a una marcha superior. Es como un videojuego, rápido y adictivo. ¡Me encanta!

Desde luego esta caja de cambios es de lo que más me ha gustado del coche, es rápida y tiene una relación de cambio corta que le va que ni pintada a este recorrido, que estamos haciendo en sentido inverso al habitual y con algunas curvas y variantes que son también distintas a las que habitualmente se suelen hacer aquí. Te cuento esto, porque al principio me sentía muy perdido en las curvas y eso me estaba impidiendo centrarme en cómo se comporta el coche. De hecho, en un giro de izquierdas que se iba cerrando entro colado y si no es porque toco el freno de mano ligeramente me hubiera ido recto.

Prueba de coche de carreras: Clio V RSR

Sí, como es lógico, esta versión de rallys tiene freno de mano para poder colocarlo en las curvas más cerradas. Es una palanca alta, muy alta, situada en posición vertical junto a la palanca de cambios y ambas quedan a apenas un palmo del volante, lo que facilita usarlas sin parar. Aunque también van muy cerca del mando del limpiaparabrisas y reconozco que lo accioné en varias ocasiones sin querer. Me consoló escuchar a Jorge Cagiao, el campeón de esta temporada 2020 de la Clio Cup de Rallys y uno de mis copilotos en esta experiencia,  cuando reconoció que a él a veces también le pasa.

El Clio V Renault Sport Racing me ha parecido un coche hasta fácil de conducir, sin olvidar que es un coche de carreras, claro. Es noble y de reacciones predecibles. No vas asustado en cada metro y pensando en que te va a jugar una mala pasada como cometas un error de conducción.

La suspensión es bastante dura, como es lógico y es bastante fácil 'levantar la pata' en las curvas más cerradas, pero lo sujeta realmente bien cuando tomas giros más rápidos en apoyo. La dirección es suave para tratarse de un coche de carreras, pero rápida y precisa.

Prueba de coche de carreras: Clio V RSR

En general me ha encantado. Es una magnífica base para adentrarse en el mundo de la competición, es un coche que te ayuda a mejorar y no te hace sentir que tienes que ser Carlos Sainz para poder gobernarlo. Si estás pensando competir en rallys, lo puedes comprar por 43.000 euros (más IVA) Y si quieres pedir la documentación, lo puedes hacer de manera opcional añadiendo 6.000 euros más.

Bueno, me he emocionado tanto con la prueba del Clio Rally5, que ya casi pasaba por alto contar que también he podido pilotar el Clio Cup de circuitos.

Prueba de coche de carreras: Clio V RSR

Realmente hay poco que añadir, porque son casi, casi idénticos. Al subirme enseguida veo que este carece de freno de mano y también cambian los neumáticos que monta, que son unos slick completamente lisos. Además, es 40 kilos más ligero que el modelo de rallys. En este caso son 1.040 kilos, aunque es una diferencia que en marcha es imperceptible.

También varía el precio, que en este caso es de 43.900 euros (más IVA), ya con todo listo para saltar a la pista y competir.

Entre de nuevo con ganas a la pista, pero antes me advierten que tenga cuidado, porque hay que calentar los neumáticos muy bien para que agarren en estas condiciones de pista. Salgo emocionado ya con el tacto del coche algo más pillado y no tardo en darme cuenta de que lo del agarre es completamente cierto. A la salida de esa curva lenta en la que antes casi me salgo recto, tras el cambio de apoyo hacia la derecha, la trasera se descoloca y sigue su propio camino. Afortunadamente, como te decía antes, el coche es noble a más no poder y con un mínimo contravolante y sin dejar de dar gas busca la salida de la curva sin mayores contratiempos.

Prueba de coche de carreras: Clio V RSR

Conclusión sobre la prueba del Renault Clio RSR

Sólo hay una cosa que no me ha gustado de esta prueba, que ha sido demasiado corta. Sin duda, me hubiera quedado toda la mañana sin parar de dar vueltas a este revirado trazado del INTA. Pero quien sabe... las navidades se acercan, así que voy a soñar un poco y a pedirle a los Reyes Magos (y a los responsables de Renault Sport en España), que me den la posibilidad de correr con uno de estos la próxima temporada en una de las 10 carreras que se van a disputar en los circuitos en 2021. Una competición que lleva disputándose en España ya 52 años hay que vivirla desde dentro al menos una vez en la vida. Yo me he portado muy bien, igual este año recibo el mejor regalo del mundo...

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