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Un DeLorean original contra dos electrificados: ¿frikada o solución de futuro?

La electromovilidad en los coches ya no es cosa del mañana, sino que empuja con fuerza hoy y a marchas forzadas. Así que el equipo de pruebas de AUTO BILD.ES ha enfrentado un DeLorean original contra dos electrificados. ¿Una 'frikada' sin más? ¿O una alternativa realista para los coches clásicos en un futuro de restricciones? Te explicamos cómo ha ido nuestro experimento 'temporal'. ¿Subes?

Dicen que en el futuro todos conduciremos  coches eléctricos. Y aunque no tenemos una máquina del tiempo para saber qué pasará con la gasolina -si sólo estará al alcance de unos pocos o desaparecerá del todo-, lo cierto es que parece que no es un porvenir muy esperanzador para los vehículos clásicos. ¿O quizás, sí? 

Muchos llevan años planteándoselo e incluso se han puesto manos a la obra, convirtiendo sus veteranos vehículos en eléctricos, para adelantarse de alguna manera al mañana. ¿Solución genial? ¿Sacrilegio? Una cosa sí que te vamos a decir, querido lector: lo que no encontrarás en estas páginas es un reportaje para hacerte sentir culpable por seguir funcionando con tu viejo motor gasolina o diésel

Tampoco es una invitación velada para que te pases a la electromovilidad. Y mucho menos pienses que nuestra intención es hacer un práctico sobre cómo hacer el brico, si merece la pena la inversión ni cómo ahorrar con una ecoconducción determinada. Simplemente, (aunque hacer esto no ha tenido nada de sencillo), queremos traerte al presente tres historias de un pasado muy cercano. 

El objetivo es ver cómo afrontan sus protagonistas el futuro. Sus visiones son distintas, aunque todos comparten su pasión por la chapa -o, mejor dicho aquí, por el acero inoxidable- y, en concreto, por un modelo legendario cuyos paneles de carrocería eran de este material: el DMC-12 que la DeLorean Motor Company comercializó entre 81 y 1983.

La trilogía 'Regreso al futuro' (escrita por Robert Zemeckis y Bob Gale) convertiría para siempre en un objeto de culto a partir de 1985. De hecho, desde AUTO BILD España recordamos que en las películas ya se produce una hibridación considerable: en la primera entrega, con el doblaje propio del español peninsular. 

Concretamente, cuando Marty McFly pregunta si la transformación en máquina del tiempo "funciona con gasolina normal" (aunque en la tercera se descubre que la parte térmica sí que lo hace), Doc le responde que los viajes en el tiempo es lo que tiene que ver con la electrificación: "Este cacharro es eléctrico pero necesita una reacción nuclear para generar 1,21 gigowatios de electricidad". 

En la ficción lo logra primero, con plutonio y luego, con basura. Así que, ¿qué mejor que volver a nuestro debate originalidad vs conversión que con los tres DeLorean DMC-12 localizados por nuestros compañeros alemanes para viajar al futuro de la automoción? No te pierdas detalle de cada uno de ellos...

El e-Lorean: el DeLorean de Armin Pole

El primero de ellos es el de Armin Pohl, fundador de la empresa Wunderkind Invest. Su idea era preservar por completo la pureza del diseño del DMC-12 (de Giugiaro), pero abrir nuevos caminos. El proyecto, llamado e-Lorean (e-lorean.com), se desarrolló con el esfuerzo conjunto de varias empresas especializadas.

Los expertos en transformaciones de E-Works Mobility diseñaron el tren de rodaje a partir del de Tesla Model S; Incari desarrolló una instrumentación digital; Ameria construyó una pantalla táctil para la consola central, con control de gestos. Y Uwe Hanov y Florian Franzke (de Oldtimer-Service) construyeron este impresionante vehículo sin sus característicos tubos de escape. 

Durante nuestras pruebas en Parchim (Alemania), el rendimiento del e-Lorean, como era de prever, supera al original. Completa el esprint de cero a 100 km/h en la mitad de tiempo (5,4 s), aunque con un zumbido al acelerar similar a una turbina que encaja bien en un concepto tan retro y futurista a la vez. Conectado a corriente continua, es posible una carga de hasta 80 kW. 

Así que después de 30 minutos, las pilas vacías se vuelven a cargar por completo. Gracias a la batería de 55 kilos de peso situada en la parte delantera del coche, es posible lograr que la distribución del peso sea más equilibrada que en el clásico, lo que lo hace un poco más ágil y neutro en nuestras pruebas del eslalon. 

El DeLorean eléctrico de Kutscher

El manitas Jörg Kutscher, sin embargo, eligió un camino diferente. Restauró un DMC-12 en ruinas y con los especialistas en conversiones de E-Car-Tech también lo consiguieron homologar para poder circular. Concretamente, con un motor eléctrico doble de Schwarz, que se carga en un enchufe doméstico con un máximo de 3,7 kW y tras diez horas, la batería vacía de 35 kWh vuelve al 100%.

Una de sus curiosidades es que conserva la transmisión manual original. Sin embargo, dado que el motor eléctrico -a diferencia del de combustión- ofrece suficiente par en todos los rangos de velocidad, la conducción es distinta a la que uno está acostumbrado con un bloque de gasolina: cuando estás parado, engranas la tercera marcha, que es muy adecuada para el día a día, y empiezas a conducir. 

No necesitas estar cambiando todo el rato ni pisar el embrague continuamente. Es más, en esa misma marcha, puedes salir en un semáforo o ponerte a velocidad de autopista. Si quieres más aceleración, puedes hacer lo mismo en segunda", explica Kutscher. Según nuestras mediciones, la aceleración en tercera en esta conversión de 136 CV es más cercana a la original que la del e-Lorean de 300 CV, claro. 

El DeLorean DMC-12 original

¿Y el DeLorean clásico? El especialista en DMC Michael Wagner, que ofrece todos los servicios de la marca, desde cambios de aceite hasta restauración completa en su taller  (autotechnik-wagner.de), conduce una unidad de época que está absolutamente perfecta. Su coche impresiona por su originalidad, ya que a su ojito derecho solamente le ha instalado un radiador de aceite actual.

Hay que reconocer que, en comparación con las dos variantes eléctricas, sus prestaciones son poco espectaculares. Para Wagner, sin embargo, el motor PRV6 es una característica que define el carácter del DeLorean tanto como su diseño: "Estoy entusiasmado con la aceleración de las variantes eléctricas, pero se pierde el espíritu original. Para mí, es parte del encanto, parte de la experiencia DMC", explica. 

Un DeLorean original contra dos electrificados: ¿frikada o solución de futuro?

Y en definitiva, ¿qué DMC-12 de los tres es el mejor? En esto no vamos a dar notas ni puntuaciones al uso:  por un lado, los tres ejemplares son demasiado similares en carrocería, chasis...; por otro lado, son demasiado diferentes en términos de propulsión, por lo que no tendría sentido. Sin embargo, vamos a intentar dar una respuesta algo más concreta. 

Quizás, como mejor producto, nos quedaríamos con el e-Lorean, porque fue construido con mayor esfuerzo y marca una enorme distancia respecto a la conversión privada y, por supuesto, en relación al original:  estructura optimizada y reforzada con protección contra impactos laterales, unidad Tesla, instrumentaciones digitalizadas... 

Un DeLorean original contra dos electrificados: ¿frikada o solución de futuro?

La mala noticia es que el e-Lorean todavía no es legal en la calle y no puedes comprarlo en este momento, aunque se trate de un coche único, sin restricciones y totalmente funcional. Sin embargo, si hay suficientes interesados, Wunderkind Invest pensará en producirlo en series pequeñas e igual de exclusivas. 

Por lo demás, una cosa habla a favor de la propulsión eléctrica en los coches clásicos: la aceptación de los vehículos antiguos por parte de las generaciones venideras. En un futuro no muy lejano, ¿qué impresión podría causar un automóvil viejo en un adolescente que crece entre híbridos y eléctricos? Y eso, contando con que aún se le permita conducir cualquier vehículo de combustión por zonas urbanas. 

¡Incluso teniendo la matrícula histórica! Así que este tipo de conversiones pueden ser una vía sensata que justifique mantener lo que para muchos no son más que antiguallas. Así que por mucho que a los puristas y a los petrolheads les revuelva el estómago pensar en los clásicos electrificados (también llamados e-oldies), ojo con esta posibilidad. 

Porque es probable que este tipo de conversiones sean la única manera de que los jóvenes los disfruten en el futuro. En definitiva, suponen una oportunidad para que su uso sea viable y la diversión que aportan no se esfume al toparse con cada zona de bajas emisiones (ZBE) que uno se vaya encontrando por el mundo.

Nuestro compañero Lars Busemann lo tiene bastane claro, tras este experimento: "¡Dejemos de satanizar la electrificación como enemiga de la cultura del automóvil! Respecto a la viabilidad futura y la aceptación social de los clásicos, la conversión eléctrica es una oportunidad para mantenerlos  operativos y seguir disfrutando de ellos". ¿Qué opinas tú? 

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