Prueba Opel Combo-e, un comercial 100% eléctrico

Es un hecho, los vehículos comerciales se van a convertir en 100% eléctricos. Esa es la intención de Opel, que ha confirmado (igual que el resto de marcas del Grupo Stellantis) que su gama de comerciales va a pasar a ser 100% eléctrica. De hecho, Opel al completo será completamente eléctrica en 2028. Aquí ponemos a prueba el nuevo Opel Combo-e Life.

La versión Life del Opel Combo-e es la que está pensada para las familias, es decir, más para el transporte de pasajeros que como vehículo comercial 100%, porque para eso fabrican el Opel Combo-e Cargo, con ventanas carrozadas en chapa. Y hay que decir que ambos son coches de fabricación española, ya que salen de la fábrica de Stellantis en Vigo.

Como ya ocurría en las versiones con motor térmico, el Combo-e se basa en la plataforma EMP2 y se ofrece en dos versiones de carrocería, la normal (4,4 metros de largo) y la XL (4,75 metros de longitud). Y en ambos casos puedes elegirlo con 5 o 7 plazas, según tus preferencias o necesidades.

En este sentido hay que decir que el espacio en la segunda fila, en la versión de 5 plazas, que es la que he podido conducir en esta prueba del Combo-e, es comparable al de un SUV o monovolumen compacto, que serían los segmentos comparables. Hay hueco de sobra tanto para las piernas como, especialmente, para la cabeza. También a lo ancho, ya que cuenta con tres butacas independientes.

La versión Cargo, en el mejor de los casos ofrece hasta 4,4 metros cúbicos de volumen carga, tiene una capacidad de carga de hasta 800 kg. Y, la variante Life cuenta con un maletero de hasta 2.693 litros.

Está equipado con un motor de 100 kW (136 CV) y monta una batería de 50kWh de capacidad, cuya autonomía teórica es de 280 km. Los tiempos de carga varían según el tipo de enchufe y cargador que se utilice: 15 horas con una toma de 3,7 kW, 5 horas en una de 11 kW y tan solo 30 minutos (del 0 al 80%) en una cargador rápido de 100 kW.

Prueba dinámica del Opel Combo-e Life

Esta primera prueba del Combo-e ha sido una breve toma de contacto por las carreteras de los alrededores de Madrid, pero más que suficiente para darme cuenta de que ofrece un buen dinamismo. El hecho de que tenga el paquete de baterías situado bajo el suelo del coche ayuda a rebajar el centro de gravedad y eso le aporta un extra de estabilidad.

La dirección es más suave que directa, pero eso es algo de agradecer en este tipo de vehículos con los que hay que maniobrar mucho en el día a día en ciudad. El cambio automático es suave y te permite olvidarte del pie izquierdo en los atascos y arrancadas constantes en los semáforos, que siempre es un alivio.

El cambio, además, cuenta con el habitual modo de retención B de todos los coches eléctricos, que le ayuda a retener más de la cuenta cuando levantas el pie del acelerador y, por tanto, a recargar las baterías con mayor rapidez.

Me ha llamado la atención que en la posición D, cuando levantas el pie del acelerador, aunque retiene menos que en B, como es lógico, sigue reteniendo de manera notable y no le deja rodar 'a vela' cuando el terreno es favorable, como en rectas prolongadas o bajadas, lo que pienso que le ayudaría a optimizar la autonomía.

En esta prueba de apenas 30-40 kilómetros, en la que hemos alternado autopista (en subida), algo de carretera de doble sentido y el paso por alguna población, el gasto medio ha sido de unos 22 kWh. Eso, con condiciones de temperatura bajas y la calefacción en funcionamiento. Por el momento no hay una cifra oficial declarada por Opel, pero el dato obtenido tampoco está del todo mal en estas condiciones.

Aunque se trata de un vehículo comercial, esta versión Life del Opel Combo-e que he conducido en esta prueba cuenta con un equipamiento de serie realmente completo y, además, puedes dotarlo con Head-up display, anclajes Iso-fix en la segunda fila y pantalla principal de 8 o 10 pulgadas, así que no tendrá nada que envidiar a un turismo.

Y un elemento que merece la pena destacar es el sistema Flex Cargo opcional, que permite levantar el asiento del copiloto y así obtener una superficie de carga de hasta 3,44 metros de longitud.

Conclusión y precio

Este tipo de vehículos comerciales para pasajeros, como el Opel Combo-e Life está perfectamente indicado para familias que lo necesitan en su día a día y, de paso, lo pueden disfrutar en el tiempo de ocio. Pero el hecho de que Opel haya decidido pasar a hacerlo solo en versión eléctrica pienso que limita su número de compradores.

Es cierto que en el día a día tienes autonomía más que de sobra, pero los viajes con esos 280 km teóricos se complican demasiado y no creo que sea una buena opción como vehículo único. Seguramente este tipo de comprador que hace un uso mixto del vehículo acabará en marcas que sigan ofreciendo motores de combustión.

Para quienes solo piensen en usarlo en ciudad, desde luego es una gran alternativa. Con la promoción de lanzamiento pueden comprarlo por una cuota de solo 200 euros al mes. Para que te hagas una idea de su precio final (sin descuentos promocionales ni Plan Moves III), está disponible desde 36.900 euros.