Prueba Mercedes-AMG GT 63 S 4MATIC+: cocodrilo de asfalto
Con casi 640 CV y 315 km/h de velocidad punta ponerse al volante durante la prueba del Mercedes-AMG GT 63 S 4MATIC+ es una de esas experiencias únicas en la vida que te hace ser consciente de lo que se ha avanzado en la ingeniería automovilística. No hay muchos coches en el mercado que puedan ofrecer estas cifras, ni que disfrutarlas te suponga un desembolso de casi 200.000 euros. Palabras mayores solo para unos pocos afortunados que lo pueden disfrutar. Por lo menos, yo podré hacerlo unos pocos días...
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Bueno, al grano, que quiero explicarte con detalle el inagotable cúmulo de sensaciones que provoca este Mercedes-AMG GT... Solo subir y ponerte al volante ya te acelera las pulsaciones. El nivel de acabados lo puedes ver en la galería de imágenes: imponente y sin crítica alguna. Bueno, yo no elegiría ese tapizado rojo, pero ya sabes, para gustos y nunca mejor dicho, los colores. Y otra cosa que llama la atención es, precisamente eso, que todo llama mucho la atención y hay demasiados elementos que te pueden despistar de la conducción.
Vídeo: Mercedes-AMG GT 63 S 4MATIC+, ¡habemus nuevo récord en Nürburgring!:
Eso sí, los asientos recogen el cuerpo como si fueran un guante y, lo mejor, es que puedes llevar a tres personas detrás de ti para que disfruten de la experiencia.
Prueba Mercedes-AMG GT 63 S 4MATIC+
Esta comienza pulsando el botón de arranque. El bronco sonido de su V8 biturbo lo invade todo. Inserto la primera en su cambio automático de nueve velocidades con su algo retrasada palanca e inicio la marcha. Me dirijo a una zona de montaña cercana a Madrid. Y lo primero que impresiona es el infinito empuje de su motor. Casi 640 CV y 900 Nm de par es lo que tiene, que si los exprimes a fondo la carretera pasa mucho más deprisa de lo que esperas. Sobre todo si pones alguno de los modos más deportivos (tiene diferentes posiciones: Calzada resbaladiza, Comfort, Sport, Sport+ y Race) que ajustan la respuesta del motor, dirección, suspensión, caja de cambios, alerón o escape.
La tracción total de esta versión es la más completa de la casa e incluye un diferencial trasero autoblocante. En fuertes aceleraciones, manda más fuerza al eje posterior, por lo que tracciona mucho mejor de lo que puedes esperar. Y te pegarás al asiento como tampoco esperas. A eso ayudan las ruedas posteriores de 31,5 cm de ancho y un cambio automático de nueve velocidades tan rápido en cambiar como este motor en subir de vueltas.
Con casi tres metros de batalla, circular en línea recta prácticamente no requiere de correcciones y, cuando aparecen curvas, la agilidad que demuestra en rápidos cambios de dirección hará que sus más de 2.000 kilos de peso parezcan menos. Eso sí, al límite, a la entrada de curvas cerradas se muestra subvirador, pero a la salida, su eje trasero direccional ayuda a cerrar la trayectoria.
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Mi Opinión
¿Lo tendría en mi garaje? Si pudiera pagar su desorbitado precio, sin dudarlo. Penaliza por su tamaño y peso, y por eso no alcanza el 10. Pero hay pocos vehículos en el mercado tan brutales como éste...
Valoración
Este Mercedes-AMG GT 63 S se sitúa en la cima de la 'cadena alimenticia' automovilística, por potencia, precio o prestaciones. Muy pocos podrán hacerle frente.
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