Prueba en circuito del Maserati Quattroporte Trofeo. ¿Hace honor a su nombre?

El motor V8, que ya le ha demostrado su poderío al SUV Maserati Levante, casa a la perfección bajo el capó de esta berlina tan deportiva. El Maserati Quattroporte Trofeo rinde así 580 CV y 730 Newton metros, de una cilindrada de 3,8 litros.

Con semejante fiereza bajo el capó, este Maserati acelera de 0 a 100 en 4,5 segundos y alcanza un máximo de 326 km/h. 

¿Y aparte del motor?

En lo que respecta al chasis, los italianos confían en lo que ya les funciona. Y eso significa: un eje con dos horquillas en la parte delantera, un eje multibrazo en la parte trasera, y los amortiguadores adaptativos Skyhook típicos de Maserati, que evitan los cabeceos y balanceos indeseados. 

Un diferencial de deslizamiento limitado también asegura el dinamismo en el eje motriz trasero.

¡Al circuito!

Lo primero es configurar el Quattroporte más rápido con los botones de la consola central. Primero en "Sport" primero, luego "Corsa" (pista de carreras) y los amortiguadores en posición deportiva, es decir, "firmes". 

Y es que el Autodromo Modena, en realidad no es el hábitat natural de una berlina de dos toneladas como esta… en teoría. Porque rápidamente arrojamos por la borda cualquier prejuicio sobre la inercia. 

El biturbo V8 de 3,8 litros no tiene problemas con este sedán de lujo y empuja con fuerza. Por supuesto, el Quattroporte no baila a través de las combinaciones de curvas tan ágilmente como el hermano más pequeño del Trofeo, el Ghibli, y empuja molesto sobre las ruedas delanteras si uno se excede de ambición al afrontar los giros. 

Pero la distancia entre ejes de 3,17 metros también le da al gran Maserati cierta calma, o lo que es lo mismo, un gran aplomo. Y en cuanto le tomas la medida, esta berlina es realmente veloz en circuito.

¿Y en carretera?

Es positivo que los programas de conducción difieran notablemente. Nos referimos también al chasis, que es muy polivalente, y nunca se convierte en un rompehuesos duro como una roca. Y es que eso es algo que iría en contra de la naturaleza del ‘signor’ del norte de Italia.

Varias ayudas electrónicas apoyan a este Maserati en tráfico abierto. Por ejemplo, el asistente activo del conductor mantiene el Quattroporte en su trayectoria hasta una velocidad de 145 km/h con la ayuda de una cámara y un sensor de radar, mientras que el control de crucero adaptativo funciona hasta 210 km/h.

Por cierto, no hemos hablado de su interior: es elegante, los acabados se han mejorado, pero no llega al nivel de la competencia premium alemana. 

Por supuesto, el Quattroporte Trofeo también obtiene el nuevo sistema de infoentretenimiento mejorado, que es reconocible, principalmente, por la nueva pantalla táctil de 10,1 pulgadas.