Prueba Honda Jazz Crosstar: un híbrido para jazzear por todas partes

Aquí está la prueba del Honda Jazz Crosstar: un micro híbrido para 'jazzear' por todas partes, un crossover 'cool' y agradable con cierto aspecto campero y etiqueta ECO... aunque su territorio menos 'comanche' sigan siendo la ciudad y sus alrededores. ¿Un concepto difícil de explicar para los profanos en los coches nuevos? Depende de si tenemos que empezar de cero o ya has echado un vistazo a las tendencias de los últimos años. 

Por si acaso, refrescamos un poco la memoria y para cualquier duda, seguimos al final de 'clase' (y siempre, en la web de Auto Bild, que no cierra ni los domingos). De hecho, este es uno de esos cochecitos que puede darte grandes alegrías en tu día a día y en las aventuras ocasionales de los fines de semana. En otras palabras, lo que pretende ser un 'crossover', concepto que, si aún no lo dominas, es hora de que sí lo apuntes en el cuaderno: un utilitario con aires de SUV que, además de tener una estética muy demandada ahora mismo, debe (o debería) permitir algo más de versatilidad, por configuración, altura libre al suelo... y, en definitiva, por permitirte deslizarte por ahí de forma fluida, como un músico de jazz cuando se deja llevar por el 'flow' o el 'duende', se mete en su mundo e improvisa melodías de lo más armónicas sobre una buena base.

Los crossover están de moda y cada fabricante intenta posicionarse en su propio nicho de mercado, dentro de esta pequeña-gran categoría. Pero como el mundo del motor tampoco para, ahora el desafío desde 2021 es cumplir las exigentes normativas antiemisiones internacionales. Y para bajar consumos y esas emisiones según el protocolo WLTP -y sin que los precios se vayan mucho de madre- la última tendencia en los segmentos más económicos es la de la hibridación suave, microhibridación o MHEV (Mild Hybrid Electric Vehicle): añadir un sistema eléctrico de 48 voltios con batería para que optimice en todo momento el rendimiento de un motor de combustión... y lo que emite a la atmósfera. 

Para el Honda Jazz Crosstar, Honda ha tomado como base el Honda Jazz, con un interesante motor térmico 1.5 con su hibridación suave correspondiente, y luego, a la versión Crosstar, le ha dado un toque más campero... o urbanita, si lo prefieres: un utilitario con pasos de rueda reforzados, barras de techo una altura libre al suelo que pasa de los 136  a los 152 mm, con conductor.

Así que decide tú si esto es un beneficio para incursiones en caminos o para la jungla de todos los días, con una mejor accesibilidad para entrar y salir y mayor protección para los 'rozones' al aparcar en cualquier calle concurrida. Yo me quedo con la segunda interpretacion, desde luego. Y si quiero ayudar a un amigo con la mudanza o tener más espacio para el 'finde', lo de las barras de techo que te decía aportan un mundo de posibilidades sin tener que cambiar de coche para ocasiones tan puntuales. 

Lo miro por los cuatro costados. Me gusta. Y este tono Azul Surf, aunque todo lo que sea salir del blanco es un extra de entre 600 euros y 1.000 -si es es bicolor, como aquí-, la verdad es que le queda muy bien. Las formas son muy agradables en este diseño tipo 'burbuja' que le da en cuanto abres la puerta un espacio y una ergonomía increíbles. 

Su maletero es de 300 ¡a 1.200 litros!, con lo que modificando los asientos traseros de maneras especialmente peculiares, la polivalencia deja de ser una palabra marketiniana para convertirse en uno de sus principales puntos fuertes. Y encima, está homologado para cinco plazas, lo que a veces supone una verdadera ventaja frente a otros competidores -y en la que no se piensa tanto-. Delante, las butacas son cómodas, pero con un toque de rigidez que aporta cierto dinamismo a las sensaciones percibidas. ¡Y eso que aún no he pulsado el botón de encendido! 

Prueba del Honda Jazz Crosstar

Ahora sí que lo hago; silencio, superficies muy horizontales y llenas de plástico, aunque muy bien rematadas, y detalles premium como la piel del volante que, junto a una postura de conducción que es fácil de conseguir que sea cómoda hasta para gente muy alta como yo, pues pide kilómetros y maniobras. 

Ahora es cuando engrano la directa, maniobro y me dejo seducir por los detalles de confort y todo lo que trae este cochecito de serie. Últimamente, además, justo después de conectar el móvil -aquí permite disponer de Apple Car Play y Android Auto sin cables-, estoy cogiendo una sana costumbre en este tipo de de vehículos: lo siguiente que hago es buscar la pantalla en la que se ve la gestión de energía y comprobar hasta qué punto puedes comprender el funcionamiento de su mecánica, intervenir en algo... o directamente, el papel del conductor es meramente pasivo -que hay de todo en el mercado-. 

Pues bien, en el caso del Honda Jazz Crosstar, puedes salir sin más. Puedes usar un modo eco para ir picándote contigo mismo mientras formas arbolitos en el display en función del grado de eficiencia que consigas... Tienes la opción también de navegar casi 'a vela' con el botón que te da paso al modo totalmente eléctrico (EV) si tienes carga suficiente en la batería... Y por último, si la situación lo requiere, el modo ‘Engine Drive’ lo de todo para lograr las máximas prestaciones al acelerar fuerte o al moverte por terrenos con mucho desnivel y/o alejado de los núcleos urbanos. 

Así, su aparentemente 'pequeño' motor de 1,5 cc (te recuerdo que desde hace años los fabricantes están alcanzando potencias que sobrepasan los 100 CV con un litro escaso) funciona mucho mejor de lo que parece. Y sus 97 CV, que ya deberían ser más que suficientes para moverse con agilidad por ciudad y alrededores, llegan con la asistencia eléctrica a los 109 CV, con un par muy efectivo (mira la ficha técnica) y que, como buen modelo electrificado, entrega desde mucho más abajo. Es decir: que nadie te dejará atrás en los semáforos, si no quieres. 

Por lo demás, su elevada posición al volante y sus amplias zonas acristaladas hacen que este coche urbano, a medio camino entre SUV y monovolumen, sea un crossover de verdad y con muchas posibilidades de deslizarte por la urbe sin esfuerzo, hacer muchas gestiones... y que cumpla cuando escapes. Sin estridencias. ¿Eso es bueno?.

Si relacionas a Honda con su tradición de coches de carreras y tu sueño es un Honda Civic Type R, en algo malísimo y la decepción será mayúscula. Pero si conoces también su amplia trayectoria en innovación, eficiencia y soluciones de movilidad de calidad y eco, el protagonista de esta prueba, en el Honda Jazz Crosstar, encontrarás un micro híbrido para 'jazzear' por todas partes, lo que te dará muchas satisfacciones. 

Parte de su secreto es que su sofisticada y moderna mecánica i-MMD está asociada a una transmisión con un engranaje fijo y una sola relación, para prescindir de peso, complejidades estructurales innecesarias, ruido hoy y averías de muchos elementos más complejos, mañana. Y su comportamiento para lo que está pensado es de notable muy alto. Ahora bien, si lo que quieres es un coche pequeño para hacer muchos kilómetros por autopista, viajar y moverte a diario por vías rápidas y carreteras de montaña, seguramente este no sea tu coche, por concepto y porque no aprovecharás correctamente todas las virtudes de las que dispone. 

Precio algo elevado, pero con mucho equipamiento

Especialmente, cuando hablamos de que el Honda Jazz parte de unos nada desdeñables 22.160 euros en su acabado básico (Confort) y que puedes subir hasta los 25.050 del tope de gama, mientras que el Honda Jazz Crosstar parte de los 26.650 euros y con esta pintura y la práctica y cómoda tapicería que ves aquí sube 1.000 euros más. 

No es nada barato y eso lo penaliza un poco respecto a muchos de sus rivales, pero a cambio te llevas un micro híbrido de verdad, con etiqueta ECO, con una polivalencia real, consumos muy, muy contenidos para el uso cotidiano por ciudad y alrededores, una estética muy a la moda que tiene su lado útil... y un amplísimo equimamiento de serie en seguridad y confort que puedes aumentar bastante en el aspecto de la estética y la personalización.