La Mercedes eSprinter ahorra 10 toneladas de CO2 al año en comparación con una de motor diésel

La llegada de los coches eléctricos poco a poco se está produciendo en los vehículos de los particulares, pero es en flotas de empresas donde, por su uso más continuado, puede marcar más diferencias a nivel medioambiental. Mercedes ha querido comprobar hasta qué punto es así y ha realizado una prueba con su Mercedes eSprinter y DHL.

Durante un mes, en Vitoria-Gasteiz, ha estado realizando las mismas rutas con el mismo nivel de carga. Las dos primeras semanas llevó a cabo los recorridos con una versión Sprinter 314 CDI y las dos restantes lo hizo con la eléctrica. 

Una vez terminado el tiempo, se recopilaron los datos de la prueba y los datos fueron bastante llamativos. Teniendo como referencia las cifras del mes y extrapolándolas al año completo, el uso de la eSprinter implica:

• Una reducción de 10,57 toneladas de emisiones directas de CO2 por vehículo
• Una reducción de consumo de combustible fósiles de 3.990 litros 
• Una reducción de 2.4kg de emisiones de óxidos de Nitrógeno (NOx)
• Una reducción de la contaminación acústica de 11,16 dB (la Sprinter 314 CDI genera 68,18 dB y la eSprinter solo 57,02 dB), lo que equivale a un 55% menos de ruido recibido

A esto, además, se suma la eliminación de los residuos contaminantes propios de un vehículo de combustión y de los que un vehículo eléctrico carece: aceite de motor, filtros de aceite, filtros de combustible, etc.

Carlos Nieto, director de marketing de Mercedes Vans, ha declarado: “La electromovilidad es una realidad que ha llegado al sector logístico no solo para quedarse, sino para imponerse. El éxito de la transición vendrá de la mano de las mejores soluciones en vehículos eléctricos y conectados, como la nueva generación de eSprinter en 2024”.

Andrés Camps, responsable de Sostenibilidad, Calidad y Gestión de Servicio de DHL Express España, señala: “Los interesantes resultados extraídos nos hacen afianzar, aún más, el objetivo anunciado por el Grupo DHL para 2030, año en el que el 60% de nuestra flota a nivel mundial estará formada por vehículos eléctricos, gracias a los cuales las recogidas y repartos serán neutros en carbono”.