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A la Guardia Civil no le dejan denunciar las carreteras

A la Guardia Civil no le dejan denunciar las carreteras
A la Guardia Civil no le dejan denunciar el mal estado de las carreteras, según figura en una orden escrita por la Jefatura Provincial de Tráfico de Zamora a la que ha tenido acceso AUTOBILD.ES.

AUTOBILD.ES ha tenido acceso a la orden escrita por la que el Jefe de Tráfico de la Guardia Civil de Zamora, Miguel Moreno Sánchez, "ruega" que los agentes de la Guardia Civil de este destacamento no denuncien el mal estado de las carreteras.

A la Guardia Civil no le dejan denunciar las carreteras

Junto con la misiva, que según solicita el Jefe de Tráfico en cuestión debe hacerse extensiva a todo los agentes del destacamento, se adjunta copia de dos denuncias formuladas, una por deterioro de una señal en la A-6 y otra por falta de señalización de un badén en la A-66. El Capitán "ruega" que "en futuras ocasiones no se denuncie este tipo de anomalías y, en su lugar, se elabore un informe".

¿Cuál es la lectura de todo esto? Pues que los agentes de Tráfico de la Guardia Civil no les dejan multar las carreteras y deben limitarse a multar a los ciudadanos y olvidar las infracciones que pueda cometer la Administración -en este caso, los responsables del mantenimiento de la vía, como, por ejemplo, el Ministerio de Fomento-.

"Para nosotros es como si al ver a un conductor sin cinturón de seguridad, en lugar de multarle, escribimos un informe", declaran algunos agentes consultados.

La diferencia entre "denunciar" y "escribir un informe" es fundamental. Primero, porque la denuncia se realiza a través de una agenda electrónica (PDA) que envía la notificación directamente a León, sin posibilidad de cambios y errores. Mientras que el informe se entrega al responsable del destacamento quien, a su vez, lo remite a la Jefatura Provincial de Tráfico. Y, en el mejor de los casos, llega a los responsables de la vía que quedan, simplemente, informados del hecho.

Segundo, porque la denuncia sigue un proceso idéntico al de cualquier otra sanción -velocidad, alcohol...- y, lo más importante, va asociada a un número que impide que 'se pierda en el camino'.

¿Qué significa esto para el conductor? Fácil. Algunas Jefaturas de Tráfico -en este caso, la de Zamora- impiden a sus agentes ejercer su deber de sancionar y, más aún, velar por la seguridad de los ciudadanos, cuando el destinatario es la Administración. No hay que olvidar que una carretera en mal estado es un peligro para los usuarios.

Y lo que es peor, cambiar las denuncias por informes supone una merma del derecho de cualquier afectado por accidente de tráfico a reclamar una indemnización y una sentencia justa. Pues no es lo mismo salirse de una vía en buenas condiciones que, en otra, cuyo estado haya sido previamente denunciado.

"Si una persona quita una señal de tráfico, se enfrenta a una sanción de 180.000 euros, pero si la Administración no pone una señal donde debería estar, queda impune", reflexionan los agentes.

Surge entonces otra pregunta: ¿Qué pasa si, a pesar de este "ruego" los agentes se mantienen fieles a su deber y siguen multando? La respuesta nos lleva a 'tirar de hemeroteca' y recordar el caso de Juan Carlos Toribio, agente de Tráfico varias veces expedientado por denunciar pública y reiteradamente la pasividad de la Administración ante la lacra de los accidentes de tráfico. Y que, según hemos sabido ya ha denunciado la situación ante el Congreso de los Diputados.

O el de algunos agentes que se apuntaron a la huelga de bolis caídos y llegaron incluso a perder destino ya que, según les recriminó el entonces minisitro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, no multar a quien se salta un STOP era faltar a su deber.

"Lo normal es que abran 'informaciones reservadas' para buscar responsables", nos explican. "Quizá no haya expediente, pero seguro que empieza el acoso", sentencian.

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