Cuando crees que tu amigo te puede ayudar y él es más irresponsable que tú

A veces, la vida da lecciones de lo más inteligentes. Unos las sufren en sus propias carnes y otros aprenden de los sucedido a terceros. Contamos esta con la intención de que sean muchos los que se lleven una enseñanza. En resumen: un conductor pone a conducir al copiloto para eludir un control de alcoholemia, pero este no se pone el cinturón de seguridad, le paran y dan los dos positivos. ¡Zasca!

La Guardia Civil restringe los controles de alcoholemia por el coronavirus

El suceso se ha registrado en Galicia; en Pontevedra, para ser más exactos. Fue el pasado domingo, de madrugada. Un conductor se acercaba a un control de alcoholemia; había bebido por lo que decidió cambiar de puesto con el copiloto para que este se pusiera a conducir. No contaba con que su acompañante fuera todavía más irresponsable; primero, porque también había tomado alcohol y, segundo, porque no se abrochó el cinturón de seguridad. Recordar en este punto que en estos momentos la DGT tiene en marcha una campaña de vigilancia del uso del cinturón de seguridad y los sistemas de retención infantiles.

Tres multas para dos conductores

Los agentes de policía local tenían instalado un control de alcoholemia en una de las entradas de la Avenida de Compostela. Se dieron cuenta de que un coche se detuvo en el arcén a unos cien metros del punto en el que se encontraban y que conductor y copiloto intercambiaban los asientos.

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Inmediatamente les dieron el alto y aunque negaron lo ocurrido fueron sometidos a la prueba de alcoholemia. Para sorpresa de los agentes, los dos dieron positivo. 

El saldo de la parada es de tres multas: una por conducir bajo los efectos del alcohol para cada uno de los conductores y una para uno de ellos que en el cambio de asiento olvidó ponerse el cinturón de seguridad.