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Los costes ocultos al viajar en autocaravana que nadie te cuenta

Costes ocultos al viajar en autocaravana

Mónica Humphries, reportera de viajes de Business Insider USA ha pasado dos semanas viajando por el oeste de Estados Unidos y, a medida que el viaje avanzaba, descubría nuevos gastos imprevistos. Te contamos los costes ocultos al viajar en autocaravana.

Mónica Humphries es reportera de viajes para Business Insider USA y ha pasado dos semanas viajando por el oeste de Estados Unidos en una autocaravana. En cada paso que daba, se añadían gastos a lo que había presupuesto inicialmente. De la mano de Humphries, vamos a ver los costes ocultos al viajar en autocaravana que nadie te cuenta.

Viajar en autocaravana es el sueño de muchos. El caravaning es una tendencia en auge desde hace ya unos años en España. Es una forma diferente de viajar, más económica y con libertad total, sin horas de entradas y salidas.

Tú decides cuándo quieres salir, dónde quieres dormir cada día, cuánto tiempo quieres permanecer en un lugar… La música suena muy bien, pero también hay una cara negativa, como casi todo en la vida. O, si se prefiere, una cara menos positiva. 

Uno de los problemas que surgen al viajar en autocaravana son los costes ocultos que sólo descubres a medida que ese viaje avanza. Como cuenta Mónica en Business Insider España, cuando recogió el vehículo de alquiler en Native Campervans, pensó que no tendría muchos más gastos durante las dos semanas siguientes, aparte del propio alquiler y la gasolina.

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Sin embargo, aunque encontró formas de ahorrar dinero, se presentaron algunos gastos inevitables, mientras que otros más pequeños podían sumarse rápidamente si alguna vez decidía vivir de esta forma a tiempo completo.

Los costes ocultos al viajar en autocaravana que nadie te cuenta

Costes ocultos al viajar en autocaravana

A la hora de viajar en autocaravana, Humphries disponía de numerosos lugares donde aparcar y dormir cada noche. El arco de precios era amplio: desde un camping que oscilaba entre 0 y 30 dólares (27 euros) hasta parques de autocaravanas que cobraban desde 40 dólares (36 euros) la noche hasta 100 dólares (90 euros).

Estos parques representan la opción más cara, pero ofrecen servicios como duchas, lavandería, electricidad, wifi y vaciar los depósitos de las autocaravanas. Por ejemplo, la segunda noche de su viaje la pasó en un parque de autocaravanas por el que pagó casi 60 dólares (54 euros), el mayor gasto por una sola noche de descanso en todo el viaje.

Normalmente, optaba por algo más barato, como un camping, pero podía ver cómo estos precios podían encarecer rápidamente lo que parece un estilo de vida económico. Otra opción más barata era dirigirse a un terreno público propiedad de la Oficina de Administración de Tierras, que es totalmente gratuito para los campistas. 

El problema aquí era que no siempre había terrenos disponibles o cerca de las principales ciudades donde viajaba. También podía buscar negocios que permitieran el estacionamiento nocturno de caravanas, coches y autocaravanas, como algunos supermercados.

Gastos de comida

Costes ocultos al viajar en autocaravana

Humphries disponía de una pequeña cocina dentro de la autocaravana, con dos hornillos de propano, un mini frigorífico y un pequeño fregadero. Ahí podía hacer comidas sencillas, pero el espacio limitado hacía que los platos se amontaran rápidamente. 

A veces comía fuera por el cansancio del viaje y por evitar la limpieza, pero esto aumentaba los costes al viajar en autocaravana. En una cafetería se gastaba unos 15 dólares (13,50 euros) por un café y un sándwich, mucho más de lo que podía costarle si lo cocinaba en la furgoneta.

Otro gasto derivado de comer fuera eran las compras impulsivas. Por ejemplo, como hacía paradas frecuentes en las gasolineras, se tomaba una bebida, una chocolatina o lo que se le antojara en ese momento.

En las dos semanas de viaje, se gastó algo más de 400 dólares (360 euros) en comer fuera, más de lo que gastaría en su vida cotidiana y más de lo que pensó que gastaría viviendo en una autocaravana.

Más gasto en gasolina de lo previsto

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Siempre al hacer un viaje, ya sea en autocaravana o en coche, se hace un presupuesto con lo que se prevé gastar en gasolina. Humphries también lo hizo, teniendo en cuenta que iba a conducir por seis estados diferentes y recorrer miles de kilómetros. 

Pero no tuvo en cuenta las fluctuaciones de los precios de la gasolina ni la cantidad de kilómetros que tendría que conducir. Así que, aunque había calculado el kilometraje entre destinos, no tuvo en cuenta los kilómetros adicionales por desvíos, pérdidas y exploración de destinos. 

En consecuencia, de los 500 dólares (450 euros), aproximadamente, que tenía previsto gasta en gasolina, el coste final fue 670 dólares (unos 600 euros). 

El error: no presupuestar las duchas

Costes ocultos al viajar en autocaravana

El gasto más inesperado del viaje para Mónica fue el de la ducha. La autocaravana carecía de este servicio, así que dependía de los parques de autocaravanas y los gimnasios durante todo el viaje. 

La reportera conocía gimnasios asequibles como Planet Fitness, con una cuota mensual de 25 dólares (22,50 euros), más una cuota anual de 49 dólares (44 euros). su primera visita a ese centro fue gratuita, así que no tuvo que pagar por la primera ducha.

Pensó en hacerse socia, pero este gimnasio no estaba en muchos destinos que iba a visitar. Así que tuvo que buscar toras opciones. En Joshua Tree, por ejemplo, una ducha de 30 minutos en un parque de autocaravanas costaba 10 dólares (9 euros), mientras que una ducha en un Flying J Travel Center costaba casi el doble.

Para ahorrar dinero, no le quedó otra que evitar ducharse. Durante los 13 días que duró el viaje, Humphires se duchó tres veces, contando con la que estaba incluida en la noche que pasó en el parque de autocaravanas y la gratuita en Planet Fitness. La tercera fue en Joshua Tree.

Conclusión: la mayoría de estos gastos ocultos eran pequeños y merecían la pena. Pero…

Al final de su viaje durante dos semanas, Mónica Humphries llegó a la conclusión de que había muchos gatos ocultos, pero eran pequeños y merecían la pena: “Dormir en parques nacionales y tomar café en cafeterías de mala muerte son cosas por las que pagaría con gusto una y otra vez”, dice.

Lógicamente, cinco euros por aquí y cinco euros por allá no es mucho, pero, al final, se traducían en cientos de euros más. Aun así, la reportera subraya también que no se encontró otros gastos ocultos que pueden aparecer, como averías mecánicas o contratar seguros que pueden ser más caros que el de un coche.

Etiquetas: Caravanas

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