“La conducción autónoma puede ser peligrosa en sus primeras generaciones”

Durante estos días se han celebrado las jornadas sobre Tecnología y Seguridad Vial organizadas por Carglass, Fesvial y Seguridad Vital (RTVE). En ellas, entre los numerosos asistentes ha destacado la presencia de Markus Lindkvist, futurólogo sueco en búsqueda permanente de ideas y pistas sobre cómo podrían ser los negocios el día del mañana. En este ambiente, tuvo tiempo para contestar a diversas preguntas relacionadas con la seguridad y la tecnología.

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Empezando por el presente inmediato, se le cuestionó por las tres conceptos esenciales de la seguridad vial, a lo que respondió que: “podrían ser un detector de distracción para que el conductor no se despiste, que tenga en cuenta la velocidad y la situación del tráfico. En segundo lugar, un controlador de velocidad que esté siempre activo en todos los vehículos y que no se pueda desconectar. Y tercer lugar, añadir más información en las luces de freno”. En esa línea, respecto a la viabilidad de conseguir las cero muertes en carretera, se mostró bastante cauto: “es difícil conseguirlo cuando estas tratando con algo que mucha gente hace frecuentemente, y todos los días. Eso sí, el tiempo es mágico y hace que todo sea posible...”.

Mirando más a largo plazo, era inevitable sacar el tema de la conducción autónoma, respecto a la que tiene sus reservas pero de la que ve su potencial: “hay que tener en cuenta que todas las tecnologías son peligrosas en sus primeras generaciones. Se tarda un tiempo hasta que las tecnologías se estabilizan, las legislaciones las contemplan y los usuarios las entienden. Los primeros pasos pueden ser peligrosos, pero después de algunos años es grandioso”. E incluso ofreció una fecha muy concreta para la implementación de modelos con nivel cinco de autonomía en nuestras calles, en “diciembre de 2043”.

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Sobre la movilidad del futuro opina que “tenemos que abrir la mente”, y continúa: “la movilidad hoy en día es más baja hoy de lo que era antes. No nos movemos tanto”. Y respecto a si los eléctricos son la mejor solución para conseguir una movilidad sostenible, cree que “l os coches eléctricos tienen costes ambientales en otro sentido, necesitarían otras baterías. Nada es sostenible, cuando solucionemos el problema del oxígeno, descubriremos que el problema puede que sea el fósforo, u otras cosas. Es una pregunta eterna”.

Fuente: Carglass.