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El Chrysler "Lamborghini edition" que nunca salió a la venta

Chrysler K car
Chrysler compró Lamborghini en los años 80 y quiso crear coches de lujo con la marca italiana. Existieron algunos proyectos que te sorprenderán.

Los acuerdos comerciales entre las empresas de la industria del automóvil siempre han existido. Son numerosos los ejemplos de compra venta de empresas en este sector. Especialmente han cambiado de manos las marcas de superdeportivos. Es el caso de Lamborghini, que antes de ser propiedad del grupo VAG, pasó por manos de Chrysler a principio de los años ochenta del pasado siglo.

La empresa americana Chrysler adquirió Lamborghini en el año 1987. El objetivo que el gigante estadounidense del tenía en aquel tiempo con la firma de superdeportivos italiana era el de mejorar sus productos en el apartado de la calidad percibida. La idea que se llevó a cabo en forma de proyecto interno fue la de crear una "edición Lamboghini" dentro de la gama de productos de Chrysler. En otras palabras, un nuevo nivel de acabados de lujo y buena calidad percibida bajo el paraguas del nombre y la exclusividad de la que es sinónimo Lamborghini.

Desde la dirección de la compañía se pidió la ejecución de un coche "Lamborghini Edition" basado en el Chrysler K-Car. Pese a que los máximos mandatarios eran positivos con esta idea, los responsables del proyecto veían la idea como una aberración desde la base. De una manera muy sutil, estos últimos decidieron sabotear la decisión creando un coche que no tuviera ninguna lógica comercial y que fueran los propios jefes de Chrysler quienes finalmente lo descartaran. 

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Tal cual se pensó, sucedió. 

El responsable ejecutivo de Chrysler, Bob Lutz fue uno de los artífices de esta hazaña. Horrorizado por la petición que se había realizado desde la dirección de la compañía, se puso manos a la obra para crear un coche Chrysler "Lamborghini Edition". En lo que se refiere a crear una terminación de lujo todo fue bien. Se dispusieron materiales de primera calidad, y en los asientos se optó por un cuero de tarado suave con el logo de Lamborghini estampado. Pese a que el salto de calidad interior era palpable, el resultado final se mostró como un auténtico sin sentido. 

La jugada le salió redonda a Bob Lutz, ya que fueron los propios directores quienes descartaron la opción de sacar ese producto al mercado.

Puede parecer que la experiencia que obtuvo Chrysler con Lamborghini fue nula, pero no es así. Aprovecharon el conocimiento de la firma de superdeportivos italiana para conocer la manera de crear y mejorar los motores más prestacionales. Detrás de este aprendizaje se esconde la creación del motor V10 de 8 litros que montaría el Dodge Viper

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Chrysler vendió Lamborghini al Grupo VAG en 1994, lo que supuso una nueva era para el fabricante italiano que continua en el día de hoy. La época actual está siendo una de las más exitosas de la marca. Cuenta con un respaldo económico fuerte y estable y mantiene su filosofía original. Dejando apartado el tema de los tractores, sigue creando vehículos pasionales y prestacionales. Bien es cierto que la ingeniería de los motores ya no es exclusiva de la firma del toro, pero sí que se adaptan a las características de los Lamborghini de manera exclusiva. Su rival natural, fue y sigue siendo Ferrari. 

Y ahora que conoces la historia de Chrysler y Lamborghini, ¿alguna de sus creaciones es tu coche ideal?

Imagen: Karrmann~commonswiki

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