En muchas ocasiones, la forma más fácil de identificar que tu coche tiene un problema mecánico es deteniéndote a escuchar los sonidos que produce. Si el vehículo está en perfecto estado, no deberías apreciar ningún ruido fuera de lo normal. Por el contrario, hay algunos componentes que, de no estar bien, generan sonidos aterradores que son una señal de desgaste o avería inminente.

Para facilitarte las cosas, hemos elaborado una lista con los sonidos más aterradores que puede emitir un coche y te ofrecemos la solución a estos ruidos para que sepas cuál es su significado. Ten en cuenta que hay piezas que no generan ningún sonido durante su uso y que, si no funcionan correctamente, podrás averiguarle mediante testigo luminosos de avería en la instrumentación.

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¿Cuál es el significado de estos aterradores sonidos que puede emitir un coche?

Golpeteo en el motor

Si aprecias un golpeteo ligero en el motor, lo mejor que puedes hacer es pararlo. Este tipo de sonidos indican que una pieza pequeña, como puede ser una biela, se ha aflojado y está golpeando en otras partes. De seguir circulando, podría salir de su sitio o, en el caso de que sea una biela, llegar a griparse. Por ello, la mejor opción es llamar a una grúa y acudir a un taller.

Claqueteo al maniobrar

Este sonido, que es una especie de “cla-cla-cla”, se produce al maniobrar y es indicativo de que el manguito del eje de transmisión está agrietado, lo que podría ser ocasionado por una fuga de grasa, lo que provocaría que la junta se secara y generando este característico ruido.

Gruñido de dirección

Los gruñidos al girar el volante son un indicativo de que el sistema de dirección hidráulica tiene un nivel de líquido bajo. Es aconsejable verificar cuál es el nivel exacto y, de estar por debajo del recomendado por el fabricante, rellenarlo para evitar que se rompa la bomba hidráulica.

Chillido en fases de aceleración

Los chillidos agudos en fases de aceleración tienen su origen en la correa de distribución, indicativo de un desgaste excesivo que provoca que la correa patine sobre las poleas. También puede estar localizado en la correa auxiliar que acciona el alternador o el compresor, entre otros, bien porque la correa necesita ser reemplazada, o bien porque hay algún rodamiento está agarrotado.

Silbido del turbo

El silbido del turbo, que notarás cuando estés acelerando deja de ser un sonido normal cuando se vuelve muy intenso. Esto puede indicar que el eje del turbo está desgastado, que no gira a un régimen de revoluciones correcto o que existan fugas de presión. También se puede deber a que la válvula de descarga no funciona.

Ruido en la caja de cambios

Si al cambiar de marcha aprecias un ruido muy pronunciado, es probable que los engranajes de la transmisión tengan demasiada holgura, que los cojinetes estén desgastados o que la caja de cambios tenga un nivel bajo de líquido de transmisión.

Traqueteo en los amortiguadores

El traqueteo en los amortiguadores lo apreciarás cuando pases por un bache o un badén. Esto significa que el amortiguador está dañado o que ha perdido el aceite. En ambos casos, la solución es reemplazar la pieza completa, lo que mejorará tanto el confort como la maniobrabilidad del vehículo.

Ruido seco en el embrague

En este caso, el ruido seco en el embrague lo vas a notar cuando levantes el pie del pedal. Esto significa, en la mayoría de casos, que los diferentes componentes que conforman el embrague están desgastados por el uso, por lo que es recomendable sustituir las piezas afectadas para evitar posibles averías en la transmisión.

Golpeteo metálico en el motor

El golpeteo metálico en el motor es un ruido realmente aterrador. Esto significa que el pistón o los pistones están golpeando las válvulas. Si aprecias este sonido, para el vehículo, apaga el motor y llama a una grúa para acudir a un taller. De continuar conduciendo, la probabilidad de gripar el motor es muy elevada.

Chirrido en los frenos

Por último, uno de los sonidos más comunes que se aprecian en un coche es el chirrido en los frenos. En este caso, podría tratarse de un desgaste de las pastillas de freno o que los discos están en las últimas. En cualquier caso, acude a un taller para que los revisen, ya que los frenos son uno de los principales elementos de seguridad en todos los coches.