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Comparativa: BMW M240i vs Porsche 718 Cayman

El BMW M240i se basa en tracción total y seis cilindros y promete sensaciones. El Porsche 718 Cayman también, pero con otra receta. Los enfrentamos

El BMW M240i llega a esta partida con unas cartas realmente deportivas: 374 CV y 500 Nm de un aguerrido seis cilindros en línea.

Este BMW tiene, además, otra cara: cuatro asientos, equipamiento de confort, un nutrido sistema multimedia y tracción integral variable. Pero que esto último no te lleve a engaño: un diferencial inteligente regula las fuerzas, y la transmisión catapulta a este coupé a través de su afinado launch control, y el firme chasis incluye estabilizadores rígidos para minimizar torsión, suspensiones sólidas y amortiguadores a prueba de balanceos. 

Barrido M240i

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El Porsche 718 Cayman llega como un deportivo pura sangre sin “peros” gracias al concepto de motor central turbo y propulsión trasera. Eso sí: debe conformarse con "solo" 300 CV de un cuatro cilindros de bajo cubicaje. (!) Y además, tiene un precio base relativamente moderado. 

¿Atenta esto contra los laureles de Porsche? Para nada: el 718 Cayman es un animal de circuito  independientemente de su motorización. 

¡En marcha! 

Sobre el papel,  la balanza se inclina hacia el BMW en términos de rendimiento puro:  le saca a su rival 74 CV  y nada menos que 120 Nm.

Morro 718 Cayman

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Sobre el asfalto, no es para tanto: el Serie 2 logra la pole position en el sprint (0-100 km / h: 4.2 s), pero el Porsche se más que digno con una aceleración a prueba de deslizamiento en los primeros metros ( 0-100 km / h: 4, 5 s) y una velocidad máxima significativamente mayor (275 km/h). 

Y en el circuito, sencillamente, termina antes la vuelta rápida. Digámoslo claramente: en esta disciplina y en esta liga, ningún otro coche puede compararse a un Cayman. Ni siquiera un BMW mucho más potente.

Zaga 718 Cayman

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¿Cambios de carga en las curvas, tomarlas a alta velocidad, frenar muy tarde, uso temprano de la potencia al salir? En el Cayman todo esto se hace con desarmante naturalidad, simplemente da la vuelta a la pista a la velocidad del rayo.

Animal de circuito

El Porsche se siente ligero, la dirección funciona con sensibilidad y está conectada al chasis como en ningún otro automóvil que haya probado. Aquellos expertos que conducen limpiamente pueden dar una vuelta tras otra y reproducirlas una y otra vez casi con total exactitud. El mayor cumplido que se le puede dar a un automóvil deportivo, diríamos.

Zaga BMW y Porsche

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Por oreo lado, el Porsche exprime cada uno de sus 300 CV hasta el punto, llegan al asfalto en manada, se transforman en propulsión sin más preámbulos, dejan la banda de rodadura intacta y la parte trasera en su radio de curva. Así es exactamente como debe ser un deportivo de raza, si tu objetivo es pulverizar el crono antes que realizar espectaculares cruzadas dejando enormes estelas de humo. 

Eficaz, pero no radical

El BMW también tiene mucho empuje. El motor responde con poderío y la transmisión ordena siempre correctamente los engranajes. Los frenos soportan bien el calor, si bien el 240i no permanece tan imperturbable al límite como el Porsche. 

Curva BMW M240i y Porsche 718 Cayman

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Eso se debe principalmente a que más los 900 kilos de sus 1,7 toneladas de peso en vacío se apelotonan en la parte delantera, lo que es un desagradable desequilibrio en comparación directa con el Cayman, 300 kilos más ligero y también subjetivamente más liviano.

A medida que aumenta la temperatura de los neumáticos, BMW ya no se decide claramente si empujar fuera del radio subvirando o, después de un esfuerzo sustancial, frotarse a lo largo del vértice y ponerse en horizontal. 

Morro M240i

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Además, la dirección empieza a responder de forma inesperada en relación con las reacciones del coche. Giro suavemente, y obtengo mucho movimiento en la carrocería, pero casi ningún cambio dentro de la trayectoria; así se resume su comportamiento cuando llevas varias vueltas llevándolo al límite. 

Dicho esto, el Serie 2, manteniéndolo dentro de sus márgenes, es un coupé extremadamente rápido que, apoyado en su tracción total, su precisa transmisión y su motor siempre ávido de vueltas, enlaza una curva tras otra a una velocidad endiablada y siempre con la sensación de tenerlo todo bajo control. 

En BMW se están poniendo las pilas en este segmento, y poco a poco se acercan al nivel de los de Stuttgart

Conclusión

718 Cayman y M240i

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2º puesto: BMW M240i Coupé (mejor tiempo: 1: 34,52 min). Cómodo, bien equipado, tracción integral variable, extremadamente potente, pero no una máquina de alta precisión para circuito.

1er puesto: Porsche 718 Cayman (mejor tiempo: 1: 34,18 min). Animal devoracurvas, carne de circuito y lo suficientemente dócil para un uso diario por carretera. Un Porsche con todas las letras. 

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