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Faros de led, ¿cuáles son sus ventajas y desventajas?

Nacho de Haro

La iluminación es uno de los aspectos claves de la seguridad activa de los automóviles, que han sufrido una gran evolución en este sentido desde las primeras lámparas de aceite hasta llegar a los proyectores de led y láser que podemos disfrutar hoy en día.

Los faros de led aportan importantes mejoras, tanto en lo referente a su capacidad de iluminación como a su consumo energético. En este artículo repasamos los puntos positivos de esta tecnología que casi permite convertir la noche en día, con la mejora en seguridad activa que eso conlleva. Pero también analizamos los aspectos que menos nos han gustado de los numerosos coches que hemos probado con este sistema hasta el momento, porque no todo es perfecto y los ledes no se libran.

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La brutal evolución que ha sufrido el automóvil desde su invención lógicamente también ha afectado a los sistemas de iluminación. Estos han pasado de las primeras lámparas de aceite, a las incandescentes, a las halógenas, a las de xenón y a los proyectores led hasta llegar a la tecnología láser, aunque siguen siendo pocos los modelos que ofrecen estos últimos (aquí tienes 6 coches con faros láser).

La iluminación led (siglas de ‘light emitting diode’, traducido como ‘diodo emisor de luz’) comenzó a implantarse en la industria del automóvil en los pilotos traseros, aunque no tardó en dar el salto a los grupos ópticos principales. ¿Sabes cuál fue el primer automóvil de producción en serie que los equipó? Este honor corresponde a la berlina de lujo japonesa por excelencia -al menos en el resto del mundo, porque en Japón ese título corresponde al icónico Toyota Century-, el Lexus LS 600h introducido en el año 2007.

El segundo vehículo que montó de fábrica unos faros con tecnología led fue el Audi R8 de primera generación, aunque conviene saber que la firma de los cuatro aros ya nos avanzó las posibilidades que brindaba esta tecnología aplicada al mundo del automóvil mucho antes, concretamente, con el Audi Nuvolari quattro Concept de 2003. Desde entonces, este sistema se ha extendido a prácticamente todas las marcas, pues actualmente los puedes encontrar desde en modelos de Opel hasta en un Rolls-Royce.

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La primera ventaja de los faros de ledes (la RAE ya recoge este acrónimo y como la palabra led termina en ‘-d’, en español el plural se dice ledes) es que resultan considerablemente más eficientes que las bombillas tradicionales, los halógenos o los proyectores de xenón a la hora de transformar la energía eléctrica en luz. Una buena forma de comprobar esto es tocándolos, ya que su temperatura de trabajo es inferior a la de los otros, lo que significa que pierden menos energía.  

Otro punto positivo de la tecnología led  es su alta longevidad. Se estima que uno de estos diodos puede soportar 20.000 horas de uso, lo que significaría que no tendrías que sustituirlos durante toda la vida útil del vehículo. Pero, ¿realmente es así? Mi experiencia me dice que no, he sufrido problemas con estos sistemas en algunos de los coches que teníamos en casa y, como podrás imaginar, es algo que no se soluciona simplemente cambiando una bombilla como se solía hacer o se hace en los modelos más antiguos. Si bien, esta no es una afirmación absoluta ya que puede tratarse de un caso aislado.

Otra ventaja de los proyectores de led que poca gente suele tener en cuenta es que ofrecen a los diseñadores mayor flexibilidad a la hora de dibujar el aspecto de los faros de los vehículos. Y esto se traduce en grupos ópticos con formas mucho más atractivas, pasando a convertirse en una de las señas de identidad del fabricante de turno. Esto lo saben muy bien en Audi, por ejemplo, porque cuando el R8 se presentó incluyó unas luces diurnas de led que pronto se extendieron al resto de la gama.

El aspecto positivo que más personas conocen de los faros con tecnología led es su capacidad para producir grandes cantidades de luz, llegando a ofrecer una iluminación próxima en temperatura de color a la luz del día (5.000 grados Kelvin). No solo eso, es que además el haz de luz suele ser muy homogéneo, lo que se traduce en menos zonas ‘oscuras’ y por ende, en una mejor visibilidad.

Pero claro, esto también tiene sus pegas, ya que no es raro que otros conductores acaben deslumbrados debido a la potencia del haz de luz y muestren su enfado dando las largas, como he podido comprobar en numerosas ocasiones. Sin embargo, esto tiene solución, ya que el hecho de que los faros de ledes estén compuestos por numerosos diodos individuales permite que ofrezcan funciones que casi parecen sacadas de una película de ciencia ficción.

Nuevo Opel Astra, con faros matriciales LED Intellilux

Veamos, por ejemplo, el caso de la iluminación led IntelliLux de Opel, que en el Astra está compuesto por 16 diodos emisores de luz (ocho por cada faro) que son capaces de variar la profundidad y distribución del haz de luz. De esta forma, el sistema es capaz de adaptarse a las condiciones del tráfico, pudiendo detectar la presencia de otros automóviles y ‘apagar’ o atenuar la potencia de cada uno de esos diodos para crear una zona de ‘sombra’ con la que resulta más difícil deslumbrar al resto de conductores.

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