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Prueba del BMW 320d Touring. No necesitas nada más

Comparativa del BMW Serie 3 Touring vs Mercedes Clase C Estate
Un coche redondo, lo mires por donde lo mires

En el mundo del automóvil hay muchos bulos. También certezas. Y una de estas últimas, tras haber probado el BMW 320d Touring es la siguiente: no necesitas nada más. En serio. 

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Veamos: el BMW Serie 3 (también conocido como G21; el 20 es la berlina) es un coche que está a la última en tecnología y no se puede negar que es un modelo con una imagen poderosa, un interior bien pensado y una habitabilidad fuera de toda duda. Tampoco va nada mal el cuatro cilindros de 190 CV y 400 Nm que descansa bajo el capó.

Es cierto que su imagen puede resultar un tanto controvertida con esos enormes riñones que a los más puristas de la marca les escuece como si se echaran limón. Yo, como porschista confeso que soy, llevo mi particular viacrucis con el tema de los motores turbo en los 992, así que les puedo entender. Pero hemos venido a hablar de uno de los modelos más deseados por aquellos que buscan un familiar, así que allá vamos.

Empezamos entre semáforos

Inicio la prueba de este BMW 320d Touring en ciudad. Nada más cerrar la puerta se respira un aire de calidad y un diseño familiar que, si has conducido o tenido otros BMW, reconocerás en el acto. Me encuentro con un cuadro de relojes digital similar al que hay en el Z4 o el BMW Serie 8. Tiene una legibilidad muy buena, pero no es que me entusiasme el diseño. Cuestión de gustos. Mejor opcinión tengo de la pantalla central que se controla por medio del mando circular que tan buen resultado ha dado en los últimos tiempos (y que me temo que está a punto de extinguirse). Y como suele ser habitual, todo queda al alcance de la mano, con botones que tienen el mismo peso y tacto.

El cambio automático de ocho velocidades es de serie (solo hay opción manual en el 318d). Activo el modo D y piso el acelerador. El coche avanza suavemente y con un aplomo y silencio más que conseguido. Esta unidad que tengo entre manos lleva el acabado M Sport, por lo que la calibración es un poco más dura. Sin duda te recomiendo que te gastes los poco más de 700 euros que cuesta la opción adaptativa (rebaja la altura de la carrocería 10 mm) para poder contar con un modo más cómodo para cuando no te apetezca sentir tanto el asfalto.

A velocidades de ciudad tiende a engranar marchas largas, lo que no es problema para su buena cifra de par, aunque si pisas un poco el acelerador el cambio trabaja de manera rápida y eficiente para escoger la marca adecuada, siempre intentando mantener el régimen por debajo de las 3.000 rpm.

Pero donde vas a sacar mayor partido a este coche es en autopista. A 120 km/h ruedas a menos de 2.000 rpm en octava, por lo que el consumo y la sonoridad no suben tanto como hubiera esperado de un modelo con tracción integral. La estabilidad lineal y calidad de rodadura está fuera de toda duda; quizá es más ‘duro’ de conducir que un Mercedes Clase E Estate o un Audi A4 Avant, pero eso forma parte del ADN de la marca. 

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Y es que, si te lo preguntas, sí: con un BMW 320d Touring como el de esta prueba te lo puedes pasar en grande en una carretera con curvas. Presiono el modo Sport y la suspensión gana en firmeza y pierde algo de comodidad. Con asfalto en buen estado esto apenas será un inconveniente y puedes disfrutar de un ritmo endiablado enlazando curvas gracias a la dirección deportiva variable: llegas a una curva, decides por dónde quieres ir y el coche simplemente va por ahí gracias a un eje delantero muy noble que además, y gracias a la tracción integral, es capaz de hacer más cosas de las que seguramente le pidas en toda su vida útil.

Echa un vistazo al vídeo del Serie 3 Touring

Así es el interior del Serie 3 Touring

Pero en un coche familiar también hay que tener en cuenta la habitabilidad. La capacidad del maletero del Serie 3 Touring es de 500 litros y cuenta con un hueco aprovechable y raciona que, como en todos los coches de este tipo, abatiendo los asientos se conviernte en una especie de furgoneta.

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Tus acompañantes tampoco van a ir nada mal, siempre que los ocupantes de las plazas traseras vayan en las esquinas: el asiento es cómodo, de mullido tirando a duro y con una postura relajada ideal para hacer kilómetros sin rechistar. Otra experiencia vivirá el que vaya en el medio, que cuenta con menos espacio y con un túnel de transmisión muy elevado.

Para terminar con la prueba BMW 320d Touring, quizá la única pega que le puedo encontrar es que tiene algo menos de espacio que sus rivales en general, aunque también es cierto que en berlinas familiares que ya se acercan tanto a los cinco metros, un par de centímetros más o menos tampoco marcan la diferencia.

Valoración

Nota9

Tras probar el BMW 320d Touring hemos llegado a la conclusión de que no necesitas nada más por tamaño o potencia. Y si quieres rizar el rizo, elige por el xDrive.

Lo mejor

Calidad de marcha, interior, comodidad, empuje del motor, se abre la luna posterior sin necesidad de abrir todo el portón del maletero

Lo peor

Nos metemos en un nivel de precio elevado, para dejarlo 'chulo' hay que gastar dinero; túnel de transmisión elevado

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