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El aceite de mi coche está negro, ¿debo cambiarlo?

Aceite sintético

Como mandan los cánones de la mecánica y el correcto mantenimiento del coche, abres el capó para comprobar el nivel del aceite. La huella del líquido entre el máximo y el mínimo: como debe ser. Pero es el color lo que no te convence. El aceite de tu coche se teñido de negro, ¿significa eso que debes cambiarlo?

Si preguntas a tu cuñado (ese que sabe o dice saber de todo), lo más probable es que te diga que "ya estás tardando en ir al taller", pero lo cierto es que un aceite de color negro o más oscuro de los normal no tiene por qué ser un signo de alarma.

Los mecánicos de Total (que si que saben de esto) explican que "como regla general, no se puede decir que el color del aceite sea una señal inequívoca de la necesidad de realizar un cambio de aceite".

El color del aceite cambia por el uso

Cuando se añaden al motor, los lubricantes suelen ser de color ámbar o marrón, en una intensidad que depende de la base y los aditivos que tenga. "Lo que ocurre es que, con el paso del tiempo y los kilómetros, la viscosidad y el color del lubricante tienden a cambiar", asegura Total en su blog de consejos.

Son varios los factores que influyen en el cambio de color del aceite del motor: el calor, los contaminantes o la propia composición del fluido." Incluso algo tan simple como el contacto con agua o refrigerante puede influir, pero no se puede juzgar el estado de un aceite únicamente por su color", matizan.

La conclusión es que no, no tienes que cambiar el aceite porque ahora tenga color negro. Ni ha perdido propiedades, ni puede perjudicar el motor, sino todo lo contrario: que el lubricante cambie de color y se vuelva más oscuro significa que cumpliendo su función. Y es que parte del trabajo del aceite es almacenar la suciedad que se forma en el motor y mantenerla alejada de las piezas. "Ese hollín es un colorante muy potente para el aceite: basta una pequeña cantidad de él para que el lubricante adquiera un color negro".

A medida que el lubricante vaya acumulando tiempo y kilómetros, tenderá a ser más espeso, es decir, aumentará su viscosidad y se oscurecerá su color debido a una mayor concentración de hollín, suciedad y partículas suspendidas en el aceite. "Esta es la razón por la que cualquier mecánico, sobre todo si está familiarizado con los motores diésel, te dirá que un aceite de motor de color negro en un vehículo de esas características no solo es inevitable, sino también inofensivo.", sentencian desde Total.

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