Tejas solares, una nueva fórmula para conseguir energía gratis

Con el precio de la luz dando sustos de cuando en cuando, buscar alternativas de energía más barata o gratuita es una opción muy interesante. La solar es una que está gozando de un nuevo ímpetu (de hecho en 2023 se lanzarán varios modelos de coches solares) y cada vez hay más variedad de sistemas para aprovecharla, como, por ejemplo, las tejas solares.

Su enfoque es muy sencillo, pues se trata de adaptar los paneles solares al formato de la teja, utilizando láminas flexibles que puedan adoptar distintas formas, incorporándose a un elemento que ya ejerce su propia función de aislamiento para el techo del hogar.

La principal ventaja de este sistema respecto a las placas solares tradicionales es que son mucho más finas, flexibles y ligeras, además más resistentes.

Por esto es por lo que son mucho más sencillas de transportar, su instalación es menos compleja y puede llevarse a cabo por tan solo un par de operarios y en un tiempo mucho más corto (unos 20 minutos); y se pueden adaptar a distintas formas.

Hay distintos tipos de tejas solares, que producen una cantidad de energía que puede variar entre los 13 y los 63 W, por lo que, en función de la cantidad que se coloquen (se calculan unas 350 para una vivienda media), pueden llegar incluso a cubrir las necesidad energéticas completas del hogar.

Es más, en lugares muy soleados es posible que se excedan las mismas, así que se abren dos opciones. La primera es acoplar al sistema una batería o acumulador que pueda guardar el excedente para utilizarlo en las horas nocturnas. La segunda es establecer un contrato con la comercializadora que se tenga contratada para vendérselo.

Eso sí, hay que tener en cuenta que, aunque a medio y largo plazo es una buena inversión con muchas ventajas; en un primer momento supone un desembolso importante de dinero, además de que, aunque no es muy costoso, también hay que llevar a cabo un mantenimiento y limpieza regular.