Para pymes: cinco factores a tener en cuenta antes de contratar un coche de renting
Hasta hace unos años, el renting era algo "que solo hacían las empresas". De un tiempo a esta parte se ha disparado el número de clientes particulares, pero eso no significa que las organizaciones empresariales, especialmente las pequeñas, hayan olvidado los beneficios que reporta. Si eres pyme y valoras contratar un renting debes tener en cuenta estos cinco factores.
Según datos recientes de la Asociación Española de la Renting (AER), en los últimos seis años se han sumado al renting 193.223 clientes, de los que el 96,32% fueron pequeñas empresas (35,09%) y autónomos y particulares (61,23%).
"La razón del éxito de este modelo de negocio radica en que cada vez la propiedad de un coche se valora menos y que la incertidumbre socioeconómica es motivo de preocupación a la hora de hacer una inversión tan importante como la de comprar un vehículo nuevo, sobre todo en un momento con tanto cambio normativo en materia de sostenibilidad", explican los expertos de Northgate.
Para pymes: cinco factores a tener en cuenta antes de contratar un coche de renting
1. Renting fijo o renting flexible
En el mercado existen diversos tipos de contratos de renting entre los que elegir,.
El renting fijo implica que el plazo de alquiler. La compañía debe cumplir con el tiempo pactado para no incurrir en penalizaciones económicas por cancelación anticipada.
Hay que tener en cuenta que dentro de la organización, es posible que se produzcan cambios en las necesidades de movilidad; en ese caso, es mejor contar con un renting flexible , que permite solicitar, cambiar o devolver los vehículos en cualquier momento sin ningún tipo de penalización.
2. Tipo de vehículo
No es lo mismo una empresa que se dedica a las infraestructuras y necesita transportar material de construcción a diario que una empresa de servicios auxiliares, que transportará materiales quizás menos pesados o voluminosos o que una empresa de alimentación que requiera unas condiciones de temperatura controlada.
Por esta razón, las pymes deben buscar una compañía de renting que cuente con una tipología variada de vehículos y con un servicio de personalización que sea capaz de cubrir las necesidades que vayan surgiendo en el día a día: desde vehículos de todos los tamaños, hasta la instalación de complementos necesarios para la actividad de la empresa o necesidad de refrigeración.
3. Límite de kilometraje
Todos los contratos de renting están sujetos a un límite de kilómetros recorridos al mes o anualmente, dependiendo de la tipología escogida.
Es por ello que a la hora de tomar la decisión de acceder a un vehículo con esta modalidad, la empresa debe prever los kilómetros que recorre, ya que ese límite es personalizable, en franjas que suelen estar entre los 10.000km y los 25.000km al año.
4. Restricciones en las zonas de operaciones
La nueva Ley de Cambio Climático y Transición Energética obliga a todos los municipios españoles de más de 50.000 habitantes, alrededor de 150, a introducir medidas que permitan disminuir las emisiones derivadas de la movilidad antes de 2023, como pueden ser la limitación de zonas dentro de las ciudades donde se restrinja el tráfico, acceso o aparcamiento discriminando por la etiqueta de la DGT.
Si a esto le sumamos que en varias capitales españolas como Madrid, Sevilla o Barcelona cuentan con Zonas de Bajas Emisiones en el centro, las empresas que para su actividad se desplazan por estos núcleos urbanos valoran cada vez más poder contar con vehículos que les permitan acceder a estas zonas.
Por ello, es importante prestar atención al distintivo ambiental que necesitan para acceder a sus áreas de trabajo y quizás buscar vehículos con etiqueta Cero emisiones para que no tengan problemas de acceso a las zonas restringidas a cualquier hora.
5. Fiscalidad y ayudas
Para las empresas, las desgravaciones fiscales que pueden obtenerse en las declaraciones anuales son un aspecto a tener muy en cuenta.
Escogiendo la modalidad de renting flexible para sus vehículos de trabajo, las pymes no tienen que hacer frente ni al impuesto de matriculación ni de circulación, teniendo que pagar únicamente el IVA de la cuota mensual.
En este caso, la pyme podría deducirse hasta el 100% del IVA y el IRPF si el vehículo se destina de forma exclusiva a la actividad laboral correspondiente. De esta forma las empresas pueden incluir el importe derivado de las cuotas mensuales en sus declaraciones.
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