Cuando el río suena, agua lleva. Había rumores sobre ello, pero finalmente será París la primera ciudad europea que lleve a cabo este movimiento: a partir del 1 de enero de 2024 las tarifas de aparcamiento de los SUV serán más altas.

Todavía no se han dado detalles del proyecto en cuanto a tarifas, pero sí se ha señalado que serán progresivas y dependerán de factores como el tamaño del coche, el peso del vehículo y el tipo de mecánica que utilicen. El objetivo es reducir la contaminación en la capital francesa.

Aparentemente esto iría en contra de los coches eléctricos, pues son mucho más pesados, pero la distinción por tecnologías de propulsión evitará que estos paguen más. Además, también habrá excepciones, por ejemplo, para familias grandes a las que de verdad les haga falta un coche muy grande por necesidades de espacio.

Frédéric Badina-Serpette, concejal del partido ecologista EELV que propuso el aumento de las tarifas, ha delcarado: “Nos gustaría que la ciudad de París cambie el precio del estacionamiento pago para que sea progresivo de acuerdo con el peso y el tamaño de los vehículos”.

Según él, el objetivo es “centrarse en un absurdo: la auto-besidad... el crecimiento inexorable del peso y el tamaño de los vehículos que circulan en nuestras ciudades y, particularmente, en París”.

David Belliard, teniente de alcalde responsable del espacio público y la política de movilidad, apunta que los SUV no tienen sentido en la capital parisina: “No hay caminos de tierra, ni carreteras de montaña… Los todoterrenos son absolutamente inútiles en París. Peor aún, son peligrosos, engorrosos y utilizan demasiados recursos para fabricarlos”.

Lógicamente, no todo el mundo está de acuerdo, y en el bando contrario está Pierre Chasseray, portavoz del grupo de defensa del conductor ‘40 millions d’Automobilistes’, quien señala que la presencia de los todocaminos se debe a que las familias grandes están reemplazando sus monovolúmenes por ellos.

“Son vehículos familiares… que se utilizan para salir los fines de semana o de vacaciones. Estamos complaciendo a una pequeña minoría de la población urbana que ha decidido hacer del SUV el símbolo de la batalla contra la contaminación”, afirma.

Fuente: The Guardian