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La increíble historia de la Puch Condor

puch condor
Una leyenda.

La historia de la Puch Condor trasciende más allá de ser una moto, un vehículo de dos ruedas con el que moverse. Como automóviles tan conocidos como el Seat 600, la Puch Condor se coló en la juventud de muchas personas en los años ochenta. Les dio libertad, les dio sonrisas. Todas esas cosas que se han olvidado con el paso del tiempo. Y precisamente de todo ello queremos hablar en estas líneas.

A quienes le gustan las motos entienden especialmente esa sensación de libertad. Y no olvidan aquellas que les han hecho sentir esa sensación de manera intensa. La Puch Condor era especialmente conocida en la década de los ochenta, una moto de origen austriaco con un legado de lo más interesante. Y es que, Puch comenzó su andadura nada menos que en 1891, arrancando con las bicicletas.

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Para entender quizás a la Condor tenemos que conocer la Minicross, una moto de 49 cc. que con su imagen de moto de campo conseguía enamorar a los que se ponían frente a ella. Pese a su pequeña cilindrada era rápida, más de lo que imaginas, y comparada con lo que estábamos acostumbrados a tener por aquí era todo un salto en todos los sentidos.

Pese a que todos dicen que Puch era más destacada en su hacer técnico que en el ámbito comercial y de marketing, vivió momentos dulces. En 1975 Harry Everts consigue hacerse con el Campeonato del Mundo de Motocross en la categoría de 250 cc con una Puch. Es sin duda un momento destacado, pues Puch siguió invirtiendo en la competición destacando, entre otros, en el Trofeo Junior.

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Más tarde, en 1982, se presentaría la Puch Condor de manera oficial, siendo galardonada como ciclomotor del año. En la vida comercial de la Condor, Avello dejará la fabricación de esta moto y entraría en escena Suzuki España. Con el paso del tiempo Puch se desinfló y aunque continúa trabajando como ensambladora no es ni la sombra de su pasado.

La Puch Condor contaba con un motor de 49 cc. pero se basaba en una moto con motor de 74 cc. Contaba con una caja de cambios de cuatro velocidades y su fiabilidad era destacada. Tanto es así que permaneció inalterado en las Puch Borrasca y Monza. Además, dada su base era fácil encontrar unidades preparadas con cilindros de mayor cubicaje, tubos de escape, carburadores… ¡Qué maravilla!

Etiquetas: Motor

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