Encuentran más de 230 coches clásicos abandonados en una granja y los ponen a subasta. Ha sido descubierto cerca de Edmonton, Alberta, Canadá. Y hablamos de un hallazgo increíble por la cantidad de coches que estaban allí. No es la primera que encuentran coches en un granero, pero pocas veces han encontrado tantos. André Moizard fue el coleccionista que fue guardando estos coches antes de su reciente fallecimiento.

André Moizard nació en la Francia rural, en una familia de agricultores. Cuando tuvo la oportunidad se mudó a Alberta, Canadá, en los años 80. Era amante de los coches desde muy pequeño, y deseaba profundamente tener uno. El mismo trabajó hasta que pudo permitirse un Citroën 2CV, aprendiendo cómo funcionaba a base de desmontarlo y montarlo de nuevo. Con el paso del tiempo se dedicó a administrar granjas y arreglar vehículos que encontraba.

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Era todo un amante de los Jeep y los Cadillac, con especial predilección por estos coches. Hizo grandes amigos, una red de contactos en toda América del Norte que le permitían encontrar todo tipo de coches. No le importaba viajar para encontrar lo que buscaba, viajando con su Dodge y remolcando el coche que fuera. Y los coches eran de todo tipo, como muestran las imágenes.

Amaba los coches americanos y franceses, como el Citroën Traction Avants del que era propietario. No faltaban los alemanes, pues tenía varios Volkswagen Beetle. Su familia influyó mucho en su colección, pues su hija tenía gran admiración por la serie de películas Herbie, por lo que coleccionó los Beetle. Gracias a su mujer compró un Pontiac Parisienne, en honor a ella, que era de París. Sus hijos creyeron que encontrarían entre 50 y 60 coches en la propiedad que administraba, pero terminaron encontrando más de 200.