Endesa X Way, nueva línea de negocio de Endesa, arranca con el objetivo de focalizarse en facilitar ese viaje hacia la transformación global de la movilidad para todos los usuarios y electrificar el transporte en nuestro país. A finales de 2021 ya había instalado más de 9.500 puntos de recarga en España, tanto en el ámbito público como el privado.

Además, el año pasado comenzó la instalación de cargadores ultrarrápidos de 150 y 350 kW. En este sentido, el pasado mes de enero, se inauguró en Ciudad de la Imagen (Madrid), la mayor electrolinera de España, que permite cargar 46 vehículos eléctricos simultáneamente gracias a sus 20 puntos de recarga ultrarrápidos (150 kW) y 26 semirrápidos (hasta 22 kW). 

Hemos hablado en exclusiva con Elena Bernárdez, directora general de Endesa X Way, sobre electromovilidad y los retos a los que se enfrenta tanto Endesa como España.

¿Qué inversión comprometida tienen prevista? ¿cuál es la hoja de ruta?

Espero que pueda contestar estas dos preguntas cuando saquemos el plan estratégico que normalmente se lanza en noviembre. Sí puedo adelantar que se va a incrementar la inversión, y no porque de repente nos hemos levantado por la mañana más generosos, sino porque realmente creemos que es necesario para poder transicionar hacia la movilidad eléctrica de todas las personas y de todas las empresas.

¿Les está facilitando la Administración el camino hacia la electrificación o les está poniendo palos en las ruedas?

En los últimos cuatro años se ha escuchado infinitamente más al sector. Por lo menos se han hecho más cosas desde el punto de vista regulatorio de lo que se han hecho los anteriores ocho. Lo que ocurre es que por la estructura de administraciones que hay en España, hay diferentes responsabilidades y no siempre están coordinadas, y todo eso lo dificulta. 

Además, hay administraciones que no sabían qué permisos dar para un punto de recarga, pues parecía que íbamos a instalar una central nuclear. Hay que destacar que han hecho una regulación que para los puntos de recarga de baja tensión no sea necesario una terminología muy complicada, simplemente hacer una declaración responsable, y se pueda acometer la instalación, lo cual es un regalo.

Por otra parte, no hemos arreglado el problema para los cargadores que de más alta potencia, que son absolutamente necesarios. Por otra, tenemos que arreglar también la cuestión de las empresas distribuidoras, pues hay puntos de recarga que no están energizados y que parece que están estropeados, dando una imagen tremendamente mala de lo que es nuestra propia marca y lo que es el propio mercado. 

Sería fabuloso que pusieran para todos los operadores un concurso para que se pudiera tener espacios de suelo a disposición del que quiera invertir para poner una estructura de recarga.

Nosotros lo que estamos haciendo es intentar llegar a acuerdos con diferentes dueños de toda tipología de suelo para poder instalar infraestructura de recarga que esté asociada a los hábitos del cliente. Es decir, estamos en restaurantes, hospitales y así no quedarnos solo en estaciones de servicio o en centros comerciales. 

Lo que me llega es que una vez en España la burocracia lo ralentiza todo. ¿Cómo ve a España en este sentido con respecto a otros países de nuestro entorno?

No soy especialista en la regulación de otros países, pero mientras que en el centro de Europa se tarda un mes en poner un cargador, nosotros necesitamos tres, cinco o seis, siete, o incluso ocho meses.

Si por nosotros fuera hubiésemos invertido más y hubiésemos instalado muchos más puntos de recarga de los que tenemos en este momento.

¿Cree que la tormenta perfecta que estamos viviendo (escasez de chips, incertidumbre económica, la invasión de Ucrania...) además del incesante aumento de la factura de la electricidad es también un freno para avanzar en la electromovilidad?

Sin duda. Pero esta situación que tenemos y sobre todo en Europa, nos ha demostrado que tenemos que ser más autónomos desde el punto de vista energético. Tenemos que ser cada vez más autónomos, más allá de la descarbonización, que es absolutamente necesaria. 

Porque una parte de la factura de electricidad está sujeta al precio del gas, pero hay otra parte que no está sujeta al gas, la que está generada por energías renovables. Por eso la sociedad está siendo más consciente de que interesa poner unas placas solares en nuestras casas. El país tiene que ser también más autosuficiente y, por tanto, tiene que ir hacia energías renovables.

Si a ello se suma que los coches eléctricos tendrán un precio razonable, la gente se acabará decantando. Y lo que nosotros tenemos que hacer como empresarios es extender la infraestructura lo más rápido posible para que no haya un atisbo de duda de que van a poder cargar y no quedarse con la ansiedad de "no puedo cargar".

Habla de las placas solares, pero no todo el mundo reside en una vivienda unifamiliar. Y si a ello se le añade que en España entre el 60% y el 70% de los vehículos duerme en la calle, ¿cómo se puede avanzar hacia la electromovilidad?

Con más infraestructura de recarga. En este sentido, el Real Decreto que se aprobó el año pasado obliga a todos los parkings de acceso público a tener un punto de recarga por cada 40 plazas. 

Pero tan importante es que haya una obligación de que se pongan cargadores como importante es que todos entendamos que igual que tenemos que pagar la luz que consumimos en casa, lo tenemos que hacer al recargar el coche. En 2012 hubo administraciones públicas que instalaron cargadores con energía gratuita total y eso se ha mantenido hasta apenas hace un año y medio... 

¿Cree que en España habrá suficiente potencia instalada para recargar un parque móvil con millones de coches eléctricos?

Categóricamente, sí. Sin lugar a dudas. A día de hoy incluso tiramos la energía que estamos generando porque tenemos excedente de oferta. 

Lo que hay que quitarse de la cabeza es que solo cargar por la noche es barato. Es que cuando haya más energía generada por renovables, quizá el momento del día más económico sea a las 12.00 horas de la mañana que es cuando el sol está en lo más alto. Además, a diferencia de una vivienda, el coche cuenta con baterías, donde la energía queda acumulada.

Pero también es necesario un cambio de mentalidad. No necesitamos cargar los coches eléctricos todos los días. No necesitamos 500 kilómetros de autonomía cada día.