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Comparativa: Skoda Octavia vs Subaru Outback, equilibrio contra carácter

Comparativa Skoda Octavia Subaru Outback

Empecemos este cara a cara que enfrenta al Skoda Octavia y el Subaru Outback admitiendo que nuestros dos rivales no son estrictamente equivalentes. Pero tienen un denominador común, que son rancheras elevadas: aspecto robusto con tracción a las cuatro ruedas y molduras de plástico sin pintar.

Ambas se sitúan por debajo de equivalentes premium como los Audi allroad, Volvo V60 Cross Country, Passat Alltrack y Mercedes Clase E All-Terrain. Además, el tercer Skoda Octavia ha crecido unos 15 mm de ancho y hasta los 4,70 m de largo, un aumento de tamaño que les gustará especialmente a los  pasajeros de las plazas posteriores. 

Skoda Octavia

En la parte delantera del Skoda nos sentamos en cómodas plazas con mucho apoyo para los hombros y para las lumbares en cuatro zonas. Es una pena que la distancia al suelo se haya reducido a 160 milímetros y que sus formas tengan más que ver con la estética que con la funcionalidad para la que deberían estar diseñados coches supuestamente polivalentes y camperos. 

Skoda Octavia

En asfalto, sin embargo, el checo resulta intachable: la combinación de motor y caja de cambios automática funciona de maravilla. Los cambios de marcha de la transmisión de doble embrague se realizan de forma muy fluida y no tienen nada que ver con las sacudidas que se notaban en el pasado. Además, si sabes sacarle partido al navegador y al modo de conducción Eco, ahorrarás combustible. 

Eso sí: cuando llegas y arrancas, el Skoda siempre lo encontrarás en modo normal, lo que rara vez despierta el deseo de probar los otros reglajes de la suspensión, ya que, de por sí, esta resulta bastante equilibrada. Las diferencias entre el extremo más rígido y el más confortable son bastante notables; y la dirección completa estas buenas sensaciones, porque trabaja de forma directa y cómoda. 

Eso sí, tenemos tres críticas:  

  • Teniendo en cuenta su precio, algunos materiales son demasiado... simples

Con los neumáticos 225/45 que monta nuestra unidad de pruebas el Octavia rueda con brusquedad sobre los baches

  • El ESP interviene demasiado tarde, así que la zaga tiende a sobrevirar.
Skoda Octavia

Respecto a la facilidad de manejo de la instrumentación, ya hemos mencionado en otros coches del Grupo VW que los controles resultan algo confusos, pero el Octavia ofrece al menos una tira adicional con botones físicos, por ejemplo, para los modos de conducción (normal, eco, confort, deportivo, individual, y off-road). 

Pero siguen molestando cosas como que, por ejemplo, para ajustar la altura del head-up display  tengas que navegar por submenús

Lo que sí ofrece este Skoda son los bonitos detalles típicos de la marca, la mayoría de ellos de serie: hay un paraguas en el panel de la puerta; hay una rasqueta de hielo en la tapa del depósito; bolsillos para el smartphone en la parte trasera del asiento... e incluso una manta por si te sorprende un atasco invernal. 

Subaru Outback

Subaru es diferente. El nuevo interior de la sexta generación del Subaru Outback vuelve a sus orígenes y está mejor, más pensado para los aventureros. Así que, con sus 213 mm de distancia al suelo podría conquistar a cazadores o agentes forestales. 

En cuanto a la mecánica, Subaru sigue su propio camino y, contra toda tendencia, no se lo juega todo a la sobrealimentación propia de un turbo, sino que apuesta por un bloque más grande y de cilindros enfrentados (bóxer). 

Subaru Outback

Muchos tampoco entienden que los japoneses usen transmisiones CVT, aunque sea principalmente por razones de espacio. Algunos clientes, además, no la usan bien, porque al acelerar se empeñan en que el motor pase  de las 3.000 vueltas, cuando el aumento de velocidad no por ello llega antes. 

Objetivamente, la aceleración no está tan mal, pero el ruido que se produce y la sensación de lentitud no son agradables. Por ello, los ingenieros programaron ocho etapas en el sistema CVT que imitan una transmisión escalonada desde aproximadamente la mitad del recorrido del acelerador, pero esto contrarresta la ventaja del número infinito de relaciones de este tipo de transmisión y, por tanto, el resultado no es precisamente un ahorro notable. 

Subaru Putback

A bordo, seas alto o bajo, tu mirada reparará enseguida en que tienes una instrumentación real (no digital). Y al apretar el botón de arranque, seguro que disfrutarás desde el ralentí con el característico sonido de su motor bóxer.

Subaru está destinada a ser global, por lo que en países con carreteras en mal estado se apreciará el trabajo hecho en la suspensión trasera para mejorar el rebote. Todo el chasis, por tanto, es capaz de ofrecer unas reacciones blandas, lo que es especialmente indicado para terrenos accidentados. 

El mejor lugar del interior del Outback es la parte trasera

No obstante, hay puntos en los que se pasan un poco, porque, por ejemplo, los asientos delanteros parecen poco firmes en la zona de los hombros. Y, por contra, en cuanto a la inclinación de los reposacabezas, hay que admitir que estos no obligan a llevar una postura poco ergonómica en favor de la seguridad, como en otros coches. 

No obstante, el mejor lugar en el interior es la parte trasera: el respaldo es ajustable en inclinación, un detalle más propio de coches de segmentos superiores que hace más agradable la conducción del Outback... que, en cambio, queda un poco deslucida a veces: a bajas velocidades y en línea recta hay que corregir demasiado la trayectoria con el volante, cuestión que desaparece cuando se circula más rápido. 

Subaru Outback

Y hablando de frío, hablemos del control de estabilidad. El ESP interviene pronto si te pasas de optimista en las curvas, pero no con la suficiente efectividad: si quitas el pie del acelerador en curvas rápidas podrías perder el control y eso no nos gusta, claro está. 

Lo que sí valoramos mejor es el limitador inteligente, que compara la velocidad máxima establecida con aquella de la que informa el sistema de reconocimiento de señales de tráfico y llega a frenar automáticamente el vehículo si es necesario, del mismo modo que luego vuelve a acelerar a una velocidad superior en el momento en que esté permitido. 

Y en este aspecto, lo cierto es que el Skoda Octavia Scout no tiene nada que envidiarle, puesto que también ofrece un control de crucero adaptativo con funciones automáticas integradas como el reconocimiento de señales y el limitador de velocidad. 

Conclusión

Los más puristas pueden estar contentos de que los japoneses dejen a la vista muchos elementos mecánicos en el vano motor, mientras que los checos prefieren ocultarlos bajo de una cubierta de plástico. Aunque, por desgracia, eso no puntúe en esta comparativa. 

El Subaru no gana, pero hay que reconocer que, gracias a su bóxer atmosférico de gasolina, a su transmisión CVT  y a su respuesta cuando se le exige en caminos en mal estado, el Outback sigue siendo uno de los coches más capaces y originales del mercado. 

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