Así conduce un Corvette Z06 un tetrapléjico

“Querer es poder” puede sonar a manida frase motivadora, pero de vez en cuando surgen casos que demuestran que en muchas ocasiones es totalmente verdad. En el último episodio de Jay Leno’s Garaje, el conocido presentador ha tenido un invitado muy especial: Sam Schmidt, ex piloto de la Fórmula Indy que, a pesar de quedarse tetrapléjico hace más de 10 años, a día de hoy sigue corriendo en circuito a los mandos de un Chevrolet Corvette Z06.

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Empezó a hacer motocross a los cinco años, lo dejó a los 15 pero siempre admiró y quiso ser como Rick Meyers, uno de los tres únicos pilotos en ganar cuatro veces las 500 millas de Indianápolis. Al crecer trabajó alejado del motor pero a los 31 años lo dejó todo para empezar a competir en fórmulas, consiguiendo unas carrera bastante buena que le llevó incluso a ganar el Las Vegas Motorspeedway en 1999. Pero la mala suerte se cruzó en su camino cuando en 2001, en un gran premio, se estrelló rodando a 210 millas por hora, casi 340 km/h. Como resultado del impacto quedó paralizado de cuello para abajo.

Semejante incidente, que habría quitado las ganas de subirse a un coche a cualquiera, no hizo mella en Schmidt, que continuó con su pasión por la competición. Hasta tal punto que se puso en contacto con Arrow, una compañía electrónica, para instalar en un Corvette Z06 tecnología semiautónoma que le permitiera conducirlo solo con la cabeza. El proceso fue largo y tuvo un coste de un millón de dólares aproximadamente, pero se pudo llevar a cabo. Schmidt utiliza un tubo que introduce en su boca, soplando acelera el coche, siempre en función de la intensidad que imprima al soplido, y succionando frena. Para girar, varias cámaras interiores se fijan en la posición de sus gafas y, dependiendo de cómo estén colocadas, llevan el coche hacia un lado u otro.

Fuente: Jay Leno's Garage.

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