Trucos para preparar el examen de conducir de la DGT

Por desgracia, no hay una fórmula mágica para sacarse el carné. Si estás inmerso en ello (es la época más habitual) o si al menos te lo estás planteando, ya sabrás que es un proceso largo, de varios meses. Y que suele costar entre 650 y 1.500 euros, más o menos. Pero sí que hay ciertos trucos para preparar el examen de conducir de la DGT. Ojo, no atajos, porque el objetivo no es solo aprobarlo, sino también aprender a circular con un coche. Lo que existen son maneras de asegurarte de que haces las cosas bien para obtener el mejor resultado.

En esta lista, te detallamos algunos de los consejos más útiles tanto para el examen teórico como para el práctico.  Además, en este periodo marcado por el coronavirus, repasa antes de presentarte las 5 precauciones que debes tomar para hacerlo con seguridad. Empezamos.

En el teórico, estudia el temario, no los tests

Puede parecer de cajón, pero el caso es que existe mucho 'iluminado' que todavía recomienda estudiar directamente a través de los tests, y saltarse el temario. Esto no tiene sentido, porque carecerías de toda base, y solo estarías repitiendo las respuestas como un loro. ¿El problema evidente de este enfoque? En cuanto la pregunta varíe un poco o caiga algo que no estaba en los tests, estás muerto.

Eso no quiere decir que estos no sirvan, como veremos dentro de poco. Pero son lo que son, herramientas para practicar lo ya aprendido, no para estudiar. Ve paso a paso y te asegurarás más opciones de conseguir el objetivo final. Incluso es recomendable que asistas a alguna clase teórica, para comentar tus dudas o aquello que no acabes de entender, con el profesor.

Repite hasta 'mecanizar'

Igual que para los deportistas, en la repetición constante está la excelencia. Después de estudiar, haz tantos tests como te sea posible. Luego, cambia la web o la aplicación en la que los estés encontrando, y vuelve a repetir. Hasta que no seas capaz de hacer 30 seguidos sin pasarte de los tres fallos, no te presentes.

Al fin y al cabo, no importa si hace falta dedicarle una semana más al asunto. Lo fundamental es no empezar con mal pie, porque un suspenso en el teórico podría repercutir en tus nervios a la hora de afrontar el práctico. Y, como veremos, eso es lo último que quieres.

Trabaja la agilidad

Cuando tengas controlado el temario y ya seas capaz de hacer la mayoría de tests sin fallos, dedica unos cuantos de ellos a mejorar tu velocidad. Cronométrate y tómatelo como un juego: intenta rebajar tus marcas.

Es importante porque, aunque los 30 minutos que tendrás en principio son bastantes, hay algunas personas a las que se les echa el tiempo encima. Si este aspecto también lo tienes controlado y sabes que te sobran 10 minutos para releer y repasar que las respuestas sean correctas, estarás más tranquilo.

En el práctico, fíate de tu profesor para el número de clases

Cada persona es distinta, y no hay ningún número ideal de clases con las que presentarse que sirva para todos. Por eso, lo que debes hacer es confiar en las indicaciones de tu profesor, que al final es quien está viendo tus progresos y sabe cuándo puedes estar preparado para examinarte.

Si te dice que necesitas alguna práctica más, hazle caso a menos que de verdad no puedas afrontarla económicamente. Aunque ya sabes que a veces lo barato sale caro, y si suspendes y tienes que volver, acabarás abonando una cantidad mayor. Por cierto, si puedes, dar una clase doble el mismo día del examen te ayuda a llegar en las mejores condiciones de preparación, y a relajar los nervios. Más sobre esto en el siguiente punto.

Admite que te vas a poner nervioso, y gestiónalo

Hagas lo que hagas, no vas a poder librarte de los nervios el día del examen, así que no te engañes sobre ello. Es una situación extraña, con una persona desconocida y en la que te juegas mucho, de manera que todo contribuye a ese nudo en el estómago.

Lo bueno es que, sabiéndolo de antemano, puedes estudiar una estrategia para encauzarlos y que no te bloqueen. Es decir, convive con ellos y trata de encontrar técnicas que te permitan mantener la cabeza despejada a pesar de la presión. Si lo consigues, ese será un aprendizaje casi tan útil para el resto de tu vida como el de la propia conducción.

En el examen, no te lances a hacer nada

Sí, es cierto que son muchas cosas a la vez las que debes tener en mente durante el examen de conducir. Pero otra de ellas es no hacer nada en automático solo porque te lo dice el examinador. Recuerda que puede hacer pequeñas 'trampas', como decir "gire en la próxima" cuando en la próxima no está permitido. Se refiere siempre a la próxima donde sea posible, así que cuidado. Y, si tienes dudas, pregunta.

Por cierto, otro buen truco para preparar el examen de conducir puede ser ir acostumbrándote, desde unas semanas antes, a repetir mentalmente las señales que vayas viendo. Eso te ayudará a ser más consciente de ellas cuando te encuentres en el momento clave.