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Diseño y mundo animal. ¿Parecidos razonables?

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El morro de un tiburón, el pico de un águila, los ojos de un tarsero, la nariz de un gorila, la forma de una libélula o la cabeza de una víbora verde: abundan los diseños inspirados en el reino animal. Giugiaro o Pininfarina necesitan modelos donde inspirarse. En este juego de parejas encontrarás miradas tiernas y otras de máquinas asesinas. ¿Pura casualidad?

El morro de un tiburón, el pico de un águila, los ojos de un tarsero, la nariz de un gorila, la forma de una libélula o la cabeza de una víbora verde: abundan los diseños inspirados en el reino animal. Giugiaro o Pininfarina necesitan modelos donde inspirarse. En este juego de parejas encontrarás miradas tiernas y otras de máquinas asesinas. ¿Pura casualidad?

Lo de tomar prestado disfruta de una larga tradición y, esta vez, se dejará tranquilos a los chinos: hasta los grandes carroceros como Giugiaro o Pininfarina necesitan modelos que les sirvan de inspiración y resulta que su creatividad se nutre mejor de la naturaleza que de los fríos cálculos obtenidos en un laboratorio de aerodinámica. Para demostrarlo, sobran los ejemplos, y no parece que las simetrías entre la fauna y el parque móvil sean meras alucinaciones.

Mira con atención las imágenes de estas páginas: muchas veces, la bestia y la máquina clavan su mirada en el objetivo con una expresión casi calcada. Lo que digo no es ninguna animalada: mientras el Lamborghini Miura vigila la carretera con la atención de una lechuza, el Saab 92 se pasea con el espíritu indagador de una libélula. Otros, más coquetos, seducen con la mirada como lo haría el chihuahua de una diva de la ópera (el Citroën Révolte).

¿Y por qué no? La naturaleza ha demostrado muchas veces (arquitectura, arte...) que es capaz de ofrecer las soluciones más geniales. Casi todas las grandes cosas son sencillas. La forma sirve a la función y al final, sobra lo superfluo. Así de fácil puede resumirse el diseño de más alto nivel.

Otro ejemplo: el concept Gina de BMW intimida como un tiburón. El anguloso morro y la gran distancia entre los faros parecen anunciar un ataque inminente. Una presencia inquietante y peligrosa que no puede dejar frío a nadie.

Y cuando no se persigue intencionadamente el parecido físico durante la fase de desarrollo, ya se encargará la tradición popular de transformar al coche en animal: Escarabajo, Tiburón, Alas de gaviota son algunos apodos ilustres que ha dejado la historia.

El mundo de la competición sobre cuatro ruedas tampoco ha sido ajeno a esta costumbre y, por ejemplo, durante los años 60, los pilotos de rally llamaban al Austin-Healey 3000 “The Pig” (El Cerdo). No precisamente por su parecido físico, sino por su falta de modales en carrera. En general, son muchos los bólidos que han mostrado una mirada agresiva y salvaje en su frontal.

Ni siquiera los periodistas del motor podemos evitar las asociaciones con el mundo animal cuando en las pruebas hablamos del “rugido” de un potente motor de última generación.

Todo lo dicho hasta aquí hace que me pregunte si los verdaderos zoológicos no estarán ahora dispersos por toda la red de carreteras.

BMW Gina: Es sólo un prototipo, pero en una imagen estática tiene el dinamismo de un tiburón hambriento a punto de abalanzarse sobre su presa

 

Tiburón: Es el depredador del mar y el terror (a veces exagerado) de todos los bañistas. A nadie le gustaría encontrarse con él cara a cara... mejor que sea el BMW

Lamborghini Miura: Nació en 1966 y adoptó el nombre de la prestigiosa ganadería española; las similitudes con el mundo de los toros eran escasas. Cuando los faros se activan, recuerdan al parpadeo de una lechuza

Lechuza: A esta ave nocturna la rodea una leyenda de astucia y misterio. Durante el día permanece en estado de letargo y en cuanto llega la oscuridad, sale de caza con esa mirada tan hipnótica

BMW M1 Hommage: Malvado, siniestro y peligroso; es la última interpretación del mítico M1

Gorila: El primate gigantón tiene un aspecto más fiero de lo que es en realidad. Se alimenta de plantas y frutos

Dodge Challenger: El estadounidense tiene una velocidad punta envidiable, pero se aburre en las curvas

Guepardo: Tiene fama de ser el animal más veloz sobre la Tierra. Alguno ha sido ‘cazado’ a más de 110 km/h

Peugeot 206: Su emblema es un león, pero los faros y el diseño del capó recuerdan más al animal doméstico

Gato: Cuando crezca quiero ser como un león o mejor...tan veloz como un Peugeot 206

Citroën Révolte: Los ojos rasgados y el morro chato hacen que se le asocie con el mundo canino

Chihuahua: ¿Dónde está mi dueña? Los ojillos del perrito de moda de la alta sociedad son casi irresistibles

Lancia Thesis: El último de los Lancia grandes: ¿le habrá dejado su escaso éxito ese gesto tan tristón?

Perro Carlino: Caprichoso, caro y bicolor. Se ve que ninguno de los dos ha roto un plato en su vida...

Saab 92: Este Saab clásico tenía aspecto de ovni. La marca sueca tiene sus raíces en la aviación

Libélula: Las similitudes no son obvias, pero, con los dos frente a frente, aparecen parecidos sorprendentes

Audi A1: La parrilla con luces LED aumenta su aspecto enfurruñado. Bonito o no, es cuestión de gustos

Pingüino de penacho amarillo: ¿Estuvieron los diseñadores de Audi de vacaciones en la Patagonia?

Alfa Romeo MiTo: La parrilla en forma de pirámide invertida recuerda al pico de muchas aves rapaces

Halcón: A este ejemplar volador se le podría bautizar con el nombre de MiTo (por servir de modelo)

Lamborghini Gallardo: Otro corpulento ‘toro’ que en este color recuerda más a un temible reptil

Víbora verde: Peligrosa, rápida y mortal. Las semejanzas entre los dos van más allá del plano físico

Buick Centurion: Ya en los años 50 se sentía fascinación por el aspecto de las aves rapaces nocturnas

Búho: Su mirada fija deja claro que la caza es una de sus actividades favoritas y que se la toma muy en serio

Fisker Karma-S: Al diseñador Henrik Fisker le gustan las curvas; como muestra, este deportivo eléctrico

Rana de boca ancha: vive en Argentina y tiene un apetito voraz. La forma de su cabeza es muy parecida

BMW 760: Las dos enormes entradas de aire mandan un claro mensaje al resto del tráfico: ¡muuuuuuuuuuu!

Vaca: Ni los rumiantes ni las grandes berlinas de lujo presumen de producir los niveles más bajos de CO2

Mercedes SLS: Puede que el ‘Alas de gaviota’ de 1954 no fuera su única fuente de inspiración

Terrier: ¿Dónde he visto yo antes esas orejas de forma tan peculiar...? ¿Significa esto rizar el rizo?

Suzuki Alto: El pequeño japonés transmite alegría y frescura. Sus faros captan la mirada del observador

Goldfish: Al igual que el coche, tiene su origen en Asia. Sus impresionantes ojos son su seña de identidad

Citroën C1: ¡Qué majo! Un urbano con enormes faros despierta el instinto maternal en las jóvenes

Tarsero: El primate de las selvas asiáticas necesita de estos ojos saltones para sobrevivir en la oscuridad

Mercedes Clase E: A pesar de ser un vehículo propio de la clase ‘business’, tiene una mirada salvaje

Águila de cabeza blanca: Puede alcanzar un peso de seis kilos y los salmones son su plato preferido

El prototipo de Mercedes Bionic del año 2005 tiene una forma aerodinámica que parece calcada al curioso pez vaca

Las mariquitas pertenecen a la familia de los escarabajos que, en los años 60, dieron nombre al VW Typ 1

El prototipo Corvette Mako Shark de 1961, inspirado en el tiburón martillo, tuvo mucha influencia en su momento

Fotos: Thinkstock, C. Bittmann, fabricante

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