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Así se reconstruye un accidente de tráfico

Así se reconstruye un accidente de tráfico
Cuando hay un siniestro de circulación, la Guardia Civil intenta aclarar lo que ha ocurrido y cómo ha pasado. Pero ¿cómo será trabajar en la carretera, buscar pistas, investigar accidentes? AUTO BILD ha tenido la oportunidad de acompañar a una unidad de Atestados; hemos podido ver en acción a este equipo y conocer más a fondo su labor en el día a día.

Cuando hay un siniestro de circulación, la Guardia Civil intenta aclarar lo que ha ocurrido y cómo ha pasado. Pero ¿cómo será trabajar en la carretera, buscar pistas, investigar accidentes? AUTO BILD ha tenido la oportunidad de acompañar a una unidad de Atestados; hemos podido ver en acción a este equipo y conocer más a fondo su labor en el día a día.

Aunque llego puntual, es tarde. “Ha habido un accidente, y los agentes han tenido que salir”, me explican. Tendré que esperar hasta las 10 de la mañana para que me presenten a Los Javieres, la pareja de guardias civiles a los que Jotxo, el fotógrafo, y yo acompañaremos. A las 11.47 de la mañana entra otro aviso. Ha volcado una hormigonera en la M-318, y el conductor está atrapado. “Los primeros en movilizarse son los motoristas. Ellos analizan si la gravedad del incidente necesita de la intervención de la unidad de atestados”, explica Javier. La idea matutina vuelve con más fuerza que nunca. Que sólo sea chapa, por favor.

Toca investigar

“Ojalá que no sea nada”, me digo en voz alta una vez en la furgoneta. Mi nerviosismo choca con el aplomo de Los Javieres. “Te acabas acostumbrando hasta a los muertos. Lo realmente difícil es comunicarlo a los familiares”. La escena que nos encontramos impresiona. La hormigonera está volcada en la entrada a una urbanización, y en su caída ha arrastrado consigo parte de un muro. La cabina del camión está rodeada por personal sanitario y bomberos que tratan de sacar al conductor.

La primera misión de una unidad de Atestados es evitar que se produzcan más accidentes, para lo que han de asegurar la zona. Por lo general, de esto se encarga la pareja de motoristas. Aparcamos, y Los Javieres se separan. Uno va a tomar las declaraciones de los implicados: testigos, conductores, acompañantes... “Cuanto más cercanas son las declaraciones al momento del accidente, mayor es su fiabilidad. A medida que pasa el tiempo, la gente reflexiona y trata de eximirse de toda culpa”.

La Guardia Civil tomó los datos del presidente de la urbanización; la aseguradora del camión ha de cubrir los gastos de los destrozos

Mientras, el otro miembro de la pareja se dedica a tomar una panorámica del escenario, algo imprescindible para luego elaborar el informe. Fotos, medidas, restos... Todo vale. “Recopilamos información sobre tres elementos: personas, vehículos y entorno”. La carretera y el coche hablan a los agentes; el punto de colisión, las marcas de neumáticos en la calzada, restos de pintura de un vehículo sobre otro, posibles heridas...

Uno de los agentes se ocupó de recabar información del camión y el entorno; el otro se encargó de interrogar a implicados, testigos...

Por fin han conseguido sacar al conductor de la cabina, y uno de “Los Javieres” se acerca para tomarle declaración. Entre todo el follón, consigo preguntar a uno de los médicos qué tal se encuentra el conductor. “Tiene lesiones, pero ha tenido suerte”. Cuando miro la cabina del camión, asiento sin decir nada. Parece increíble que alguien  haya podido salir vivo de ahí. Sólo ha sido chapa, pero mucha, mucha chapa.

El agente esperó a que el personal sanitario atendiese al conductor para tomarle declaración

El otro Javier está midiendo, tomando notas; no para un momento. “El camión venía mucho más rápido de lo permitido, y al tomar una curva tan cerrada, las inercias han hecho que volcara”, me explica. “¿Cómo está tan claro para vosotros?”, pregunto. “Sólo tienes que observar las marcas que han dejado los neumáticos, y las muescas sobre la calzada que han provocado las llantas al caer”.

Para poder reconstruir lo sucedido, la búsqueda de pistas se realiza desde el lugar del accidente hacia atrás

Ahora empieza la parte administrativa: realizar el atestado. Esta sección de la Guardia Civil no sólo investiga las causas de los accidentes, sino que también elabora informes que posteriormente sirven de ayuda a los jueces, y que la DGT utiliza para hacer sus estadísticas, detectar los puntos negros de las carreteras y planificar la mejora de las mismas. Una intranet asegura la inmediata y fluida comunicación entre Tráfico y Atestados.

En el atestado quedarán reflejados todos los datos, las medidas y los detalles del lugar del accidente

De vuelta, voy más atenta de lo habitual a la carretera. Parece que la cercanía de la Guardia Civil tiene el mismo efecto de siempre: el pie se levanta del acelerador. Aunque los motivos son distintos.

Contra las copitas de más

Siempre llevan etilómetros de mano: si dan positivo, usan otro de mayor precisión

No todo son accidentes e informes. Si bien es cierto que el equipo de Atestados tiene dos funciones principales -investigar las causas de los accidentes y suministrar de información a la DGT para sus estadísticas-, los agentes han de realizar también los controles de alcoholemia que ordenan desde Tráfico. Para ello, han de habituarse a tratar con borrachos. Según Los Javieres, raro es el fin de semana que no hay algún conductor “pasado de vueltas” con el que lidiar. “Te encuentras de todo: personas que no saben ni lo que dicen, que dan positivo, apestan a alcohol y aseguran que no han bebido, que te cuentan chistes, que te insultan...”. Además, si intervienen en un accidente, realizan el test de alcoholemia a todos los implicados.

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