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Prueba de la nueva BMW R Nine T Urban G/S: ¡vuelve la R80!

BMW resucita el espíritu de la R80 sobre la base de su afamada R Nine T, en su enésima versión, para volver a disfrutar ¡y mucho! en una moto. Probamos la nueva BMW R Nine T Urban G/S: ¡vuelve a cabalgar por donde quieras!

Aunque mucha gente de la que te para por la calle la llame "Ninet", tal cual, lo cierto es que BMW lanzó su (repite conmigo) "nainti" en 2014, con esa denominación como juego de palabras con el 90 (en inglés, ninety) aniversario de la marca. Lo que nadie esperaba es que a finales de 2016 sirviera de base para una versión Scrambler, una Racer y, rizando el rizo, otra a medio camino entre la normal (R Nine T) y la Scrambler, que ahora probamos aquí: la nueva BMW R Nine T Urban G/S, la última en llegar, este mismo año, y que completa la gama.

Esta es la gama R Nine T: Scrambler, Urban G/S, Pure, y Racer
Esta es la gama R Nine T: Scrambler, Urban G/S, Pure, y Racer

Esta es la gama completa Nine T: Scrambler, Urban G/S, Pure, Racer y la R Nine T 'normal'.

A diferencia de las otras, esta Nine T, parece la más difícil de clasificar, pero su enorme parecido con la mítica BMW R80 te da una pista, por no hablar de su apellido G/S (en cuanto a los extras, puedes montar llantas de radios y neumáticos más off-road), su enorme guardabarros delantero... Y por contradictorio que parezca, la palabra 'Urban', ahí en medio, da para resolver panel: una moto preciosa, de aspecto heritage y para todos los días, que puedes personalizar hasta donde tú quieras con una surtida lista de referencias del fabricante.

BMW R80 de 1980
BMW R80 de 1980

BMW R80 de 1980.

Ahora, sí. En cuanto te sientas y arrancas, notas el celestial petardeo del motor bóxer más puro del catálogo (refrigerado sólo por aire, no por aire-agua como en las auténticas GS de última generación), aunque sin necesidad de salidas Akrapovic ni nada.

Sus 110 CV dan alegrías desde bien abajo, y la sensación de control de sus prestaciones -y sus marcadas inercias- es total, gracias a la postura de conducción que llevas por el acertado diseño de su manillar (más natural que en la R Nine T de base, muchísimo más que en la Racer y casi igual que en la Scrambler (prueba de la BMW R Nine T Scrambler).

Según pasan los kilómetros, uno se viene arriba y no sólo por la posición más erguida: esta moto es más versátil de lo que uno podría pensar, aun con los neumáticos de carretera que montaba esta unidad de pruebas. El centro de gravedad permite muchas alegrías y el chasis tubular hace muy bien su trabajo.  

Aerodinámicamente, es casi una naked, y a altas velocidades, el cupulín del faro -que apenas protege- y el mencionado guardabarros penalizan un poco el sonido, pero no el comportamiento. Por lo demás, llama la atención que todas las versiones de la BMW R Nine T (16.550 euros) -excepto la Pure, de acceso (13.350)- sean más baratas, por cosas como la horquilla telescópica (en vez de la invertida), que también le dan personalidad a un conjunto que no es barato (desde 14.100 euros), pero sí muy apetecible.

Fotos: Álex Aguilar y fabricante.

Equipación: casco Givi, chaqueta y pantalón Axo. 

Valoración

Nota8

Probamos en este test la nueva BMW R Nine T G/S, el espíritu de la mítica BMW R80 con todas las prestaciones y la última tecnología de las últimas heritage alemanas.

Lo mejor

Diseño retro, calidad, postura versátil, motor bóxer de aire, accesorios.

Lo peor

No es barata, asiento un poco duro, control de tracción opcional, info del cuadro.

Etiquetas: Urban

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