La DRAG RACE definitiva: un F1, una MotoGP, un coche de rallyes y otro de Rallycross... ¿Cuál es el final? Y a priori podrías pensar que el Fórmula 1 es el ganador indiscutible. Se trata del RB8 de la temporada 2012, el mismo que pilotaba Sebastian Vettel en su mejor momento. Una auténtica bestia de la competición que genera gran potencia y unos tiempos de aceleración que te dejan embobado. ¿Es el ganador?

Este coche de carreras tan conocido está pilotado por Liam Lawson, un Fórmula con motor V8 genera alrededor de 850 caballos de potencia. Pesa solo 700 kg y es capaz de revolucionarse hasta límites que no conoces. Se enfrenta al piloto de rallyes del WRC, Adrien Fourmaux, que va al volante del M-Sport Ford Puma Rally1. Un coche híbrido ligero con 550 CV y un peso de 1.260 kilogramos.

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Por otro lado, encontramos al Peugeot 208 del piloto de rallycross del World RX Timmy Hansen. Este cuenta con un peso estimado de 1.300 kg y produce alrededor de 600 caballos de potencia. Tendrá que enfrentarse también a la KTM RC16 de Dani Pedrosa, una moto de MotoGP que cuenta con un motor de cuatro cilindros y 1.0 litros con aproximadamente 270 caballos de potencia. Todo en un peso de 157 kg.

Para terminar, encontramos a la furgoneta eléctrica de cuatro motores diseñada por Ford Performance. Cuenta con un peso de 1.680 kg, pero genera la asombrosa cifra de 1.500 kW cuando pisas a fondo. Hablamos de más de 2.000 caballos de potencia. El encargado de conducirlo es Romain Dumas, que ha participado en todas las carreras de las 24 Horas de Le Mans desde 2001.