La puesta a punto italiana, así funciona el truco para pasar la ITV

Aunque se llama puesta a punto italiana, puede que te suene a chino, pero es más sencillo de lo que parece. Te contamos como funciona este truco para pasar la prueba de humos de la ITV. Y se refiere concretamente a los motores diésel, que son los que acumulan más carbonilla.

Antes de nada, habría que saber que la puesta a punto de un motor diesel es la correcta coordinación de la bomba de inyección con el cigüeñal y árbol de levas del motor, de forma que los procesos necesarios para la combustión se realicen en el momento adecuado.

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También habría que saber que  el máximo de gases en la ITV para vehículos matriculados a partir del 1 de julio de 2008 es de 1,5 m-1. 

Si tu coche es más antiguo, el límite está en 2,5 m-1 para los motores atmosféricos y en 3 m-1 para los turbo. En cambio, para nuevos vehículos Euro 6 el límite se rebaja a 0,7 m-1.

Todo esto suena demasiado técnico y nuestro papel es simplificar las cosas. Por eso te explicamos que la prueba de humos o prueba de emisiones de la ITV (su nombre oficial es prueba de opacidad) está pensada para garantizar que los vehículos en circulación no superan los citados límites de dióxido de carbono (CO2) permitidos. 

Para ello, los mecánicos de la ITV te pedirán (o lo harán ellos mismos) que pongas el motor en punto muerto y aceleres en vacío hasta el corte de inyección. Previamente, habrán colocado una sonda de medición en el escape y comprobado que el motor está caliente para evitar daños. 

Así se hace la puesta a punto italiana para pasar la prueba de gases en la ITV

Es habitual hoy en día, con el gasoleo tan caro, que los conductores conduzcan intentando ahorrar al máximo y, por tanto, no suban el motor de vueltas. De esta forma se acumula exceso de ollín y carbonilla en la válvula EGR, el filtro de partículo y el propio sistema de escape. Todo esto puede suponer una prueba negativa de opacidad y, por tanto, que no pases la ITV.

Pero evitarlo es la mara de sencillo con la puesta a punto italiana, que consiste en lo siguiente: antes de acudir a la estación de ITV, haz un recorrido previo de unos 15 o 20 minutos para que el motor y el aceite trabajen a su temperatura ideal. Tras esto, circula a marchas cortas y acelera fuerte hasta regímenes elevados (a partir de 3.500 rpm, por ejemplo). 

De esta forma, lo que se consigue es incrementar la cantidad de combustible que se inyecta en los cilindros y, con ello, generar un mayor flujo de gases. La consecuencia es que se quema una cantidad mayor de carbonilla, que es la culpable de que muchos coches no superen la prueba de emisiones de la ITV.

Yo mismo lo he probado y te garantizo que funciona. Si nunca lo has hecho y no estás acostumbrado a acelerar a fondo, no temas, si el coche trabaja con el aceite en caliente, por mucho ruido que se genere y aunque veas salir una nube negra por el escape, el coche no sufrirá ningún daño.

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