Así ha quedado un coche de la Policía tras ser apedreado en Galicia

A las 19.30 horas, la Policía Local de Poio, en Pontevedra, recibió un aviso. Una patrulla de la Guardia civil pedía ayuda: habían acudido al poblado de O Vao de Arriba para identificar a un joven y notificarle una sanción y las cosas se habían complicado. Al llegar el coche de la Policía fue apedreado y los dos agentes que viajaban en su interior resultaron heridos.

Dos agentes de la Guardia Civil se personaron la tarde de ayer en el poblado de O Vao de Arriba, en Pontevedra. Debían notificar una sanción a un joven que había sido multado por no respetar las normas de confinamiento. La patrulla, integrante de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia de Pontevedra, debía identificar y notificar al infractor pero este les respondió con actitud agresiva.

Debido a su comportamiento, los agentes procedieron entonces a su detención, pero eso no gustó nada a quienes presenciaban el momento que se encararon con los agentes a los que arrojaron piedras y troncos de madera.

Los dos agentes de la Guardia civil arrestaron y se llevaron al infractor, pero nada más regresar a la Comandancia recibieron el aviso de que una patrulla de la Policía Local de Poio había sufrido una embiscada en el mismo lugar.

Según explican fuentes municipales, "nada más llegar allí, varios individuos empezaron a lanzar piedras al vehículo policial; los dos agentes consiguieron salir del vehículo; han sufrido contusiones y varios cortes". Calculan que eran cerca de una veintena los vecinos de O Vao que atacaron a los policías que recibieron la ayuda de la Guardia Civil que regresó al lugar; también prestó colaboración la Policía Nacional.

Testigos aseguran que para poner fin a los altercados se reunieron cerca de una quincena de vehículos policiales. De momento solo está detenido el joven al que la Guardia Civil debía entregar la notificación de sanción, pero ya son más de una decena los identificados por los altercados posteriores. Los investigadores creen que el detonante fue la indignación de los vecinos al considerar que el control policial llevado a cabo tras la actuación de la Guardia Civil no estaba justificado.

Fuente: La Voz de Galicia