La DGT explica cómo atravesar correctamente una turboglorieta
Atención, pregunta: ¿sabes qué son las turboglorietas? Y, lo que es más importante, ¿sabes cómo atravesarlas correctamente?
Las turboglorietas (o turborotondas) son plazas circulares que distribuyen el tráfico desde la entrada y guían a los vehículos hasta la salida. Puede parecer que son sinónimo de las glorietas o rotondas convencionales, pero no es así. La diferencia está en el diseño: las turboglorietas cuentan con carriles fijos que limitan los desplazamientos laterales. Es decir, el conductor elige el carril por el que quiere circular justo antes de acceder a la zona central y no podrá abandonarlo hasta que no salga de la turboglorieta.
Un invento de los Países Bajos
El origen de las turboglorietas se remonta a los años 90 del siglo pasado. Es un invento de los Países Bajos que ha demostrado ser muy eficaz para agilizar el tráfico y reducir los accidentes por impacto. El objetivo es eliminar los errores de los conductores al acceder al interior de las rotondas, al no permitir cambios entre carriles una vez en su interior.
La primera turboglorieta en España se instaló en la localidad asturiana de Grado, en el año 2009. Demostró su eficacia hasta el punto de que rápidamente fue replicada en Vigo, Oviedo y Santander.
Cómo circular por una turboglorieta
La DGT explica a través de su perfil oficial de Twitter cuál es la forma correcta de acceder y circular por el interior de una turboglorieta:
"La clave es situarse correctamente y respetar las marcas viales", explican desde Tráfico.
Una de las principales diferencias entre una rotonda y una turborotonda (o entre una glorieta y una turboglorieta) es que la zona central no es circular. Esto no es casual, sino que es un diseño especialmente pensado para mejorar la distribución del tráfico en carriles.
El conductor debe elegir el carril que más le conviene, teniendo en cuenta que una vez en el interior de la turboglorieta deberá respetar las señales viales pintadas en el suelo que limitan los movimientos laterales y marcan las salidas que se pueden tomar.
Hay que tener en cuenta que cada carril lleva a distintas salidas, por lo que si el que hemos tomado no conduce a nuestra salida tendremos que cambiarnos, pero solo en los metros permitidos.
- El carril exterior es para girar a la derecha o seguir recto
- El carril interior es para seguir recto, girar a la izquierda o hacer un cambio de sentido
- La línea contínua prohíbe el cambio de carril para así evitar colisiones
- Ojo, en una turboglorieta no se puede dar la vuelta en caso de pasarnos la salida.
Descubre más sobre Noelia López, autor/a de este artículo.
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