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Ofertas de Lidl para moto: ¿chollo o estafa?

Ofertas de Lidl para moto: ¿chollo o estafa?
Son conocidas las promociones y ofertas de Lidl para moto y para otras líneas de negocio, como los juguetes en Navidad, el bricolaje en otras épocas del año... Pero, en realidad, ¿son un chollo o una estafa? Nos pasamos por uno de sus centros para comprobar de primera mano cómo son estos artículos para dos ruedas... si es que todavía quedan.

Jueves, 3 de marzo. Un compañero me manda un enlace que me hace escaparme un rato del trabajo para ir a uno de los centros comerciales que más fama ha ganado en España en los últimos años: Lidl, porque hay ofertas para moto. Pero, ¿son en realidad un chollo o una estafa? ¿Merecen la pena sus artículos? ¿Son tan baratos como parece? ¿Reúnen las condiciones de calidad exigibles para contar con sus productos como equipamiento

El catálogo de su web oficial, en este caso, incluye todo tipo de artículos relacionados con la motocicleta, desde cascos hasta calcetines térmicos, pasando por espalderas, camisetas técnicas, pulverizadores para limpiar llantas y viseras, herramientas... Artículos muy 'golosos' que, a priori, siempre vienen bien. Una vez en el aparcamiento, dejo la moto frente a la puerta y paso. El primer dilema es entrar con mi propio casco o dejar este elemento en consigna, junto a los guantes, en un cajetín trasparente con una cerradura bastante vulnerable. Así que, como esta semana cuento con un vehículo de pruebas con maletas metálicas, decido depositar allí todo lo que me sobra para rebuscar entre los estantes y poder comparar modelos, tallas y comprar con mayor comodidad, como haría en cualquier tienda especializada. 

Es difícil llegar a tiempo

Pero enseguida me encuentro con la gran decepción: apenas quedan artículos tan sólo unas pocas horas después de que empiece esta nueva promoción, anunciada, como de costumbre, a bombo y platillo. Y en su lugar, algunas cajas vacías, unos pantalones revueltos fuera de su precinto, una lata de conservas (¿?) que alguien ha dejado ahí... y la desagradable sensación de no haber llegado a tiempo, como tantas y tantas veces, y de no poder competir contra jubilados, personas en paro o trabajadores de la noche que pueden estar en Lidl a las 10.00 en punto de la mañana y arrasar con sus ofertas.

"¿Perdona, váis a recibir más cosas de moto?", le pregunto a un dependiente. "Me temo que no, porque siempre sacamos todo de golpe hasta que se agota y cuando algo vuelve no es porque lo hayamos repuesto, sino porque haya habido alguna devolución", me explica el joven con toda naturalidad. 

En efecto, ese es el principal secreto del funcionamiento de las ofertas de Lidl para motos -y para otras cosas que aparecen de forma puntual y limitada: una grandísima partida de artículos para todos sus centros de España, teóricamente a muy buen precio, con campañas publicitarias en los medios de comunicación ("Desde mañana...") y en su propia página web. Y en cuanto se acaban, se acaban para 'siempre': porque a diferencia de lo que sucede en los comercios convencionales, no hay posibilidad de que el vendedor busque en el almacén o que el distribuidor vuelva con más género unos días después.

No puedes pasar preguntar por algo concreto a una persona dedicada a ese tipo de productos, porque ni hay una sección fija ni ningún empleado ha sido formado para ello. Y si se trata de ropa o los complementos, no puedes pasar a un probador para ver cuál es tu talla, por lo que no es raro encontrar a un cliente con un carro lleno de artículos iguales de varias tallas y colores que se lo lleva todo para ponérselo en casa y cambiarlo, tiquet en mano, más adelante...

Lidl es así y, como estas estrategias de venta se repiten una semana sí y otra también, parece lógico pensar que la fórmula funciona.  

La calidad de las promociones de Lidl

No es la primera vez que Lidl oferta en sus promociones artículos para motoristas, aunque es muy poco habitual encontrarlos en sus estantes regularmente (como casi todo lo que no sean productos de alimentación). Y tanto entonces como ahora, al menos lo que tiene que ver con la moto genera opiniones encontradas en las redes sociales y en los foros de Internet, donde se acusa a la cadena alemana de falta de calidad en sus artículos o de que los precios no son tan bajos. 

En uno de los estantes más revueltos, consigo al fin localizar una caja sin abrir con un casco modular marca Crivit, por 59,99 euros, como el que llevan todo el día criticando en algunas páginas. No es de una firma puntera, pero está homologado y tiene tres años de garantía. A simple vista -y tacto-, sin poder valorar su resistencia a los impactos con un test real, no parece nada especial, aunque hay que reconocer que el precio llama mucho la atención, al igual que el de los abiertos tipo 'jet' (29,99 euros). 

Los productos de limpieza de visera y de llantas, a 2.99 euros, o los calcetines térmicos (un poco bajos) a 3,99 euros, merecen ser probados, desde luego; por contra, las espalderas (más de 19 euros) ya no resultan tan chollo, igual que el sotocasco fino (4,99, precio muy similar al de cualquier tienda de moto), por no hablar del juego de herramientas (24,99 euros) o la ropa técnica (pantalones a 12.99 euros y camisetas, a 16,99). 

¿Y la reventa?

Cuando acabo estas líneas, sé que para los lectores de AUTOBILD.ES supondrán una mera orientación respecto a estas ofertas de Lidl para moto que tanta repercusión tienen, pero estoy seguro de que difícilmente serán una guía de compra para alguien, sobre todo, porque si vas ahora mismo a buscar alguno de estos artículos, probablemente ya estén agotados, aunque hayan pasado sólo unas pocas horas desde que empezara la promoción. ¿Habrá que esperar a una posible devolución? ¿O las páginas web de segunda mano ya tendrán colgados muchos de estos productos?  

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