Vídeo: salta un acantilado de 135 m ¡en moto!

Hay chalados maravillosos que se empeñan en realizar hazañas casi imposibles con tal de dejar boquiabiertos al resto de los mortales, en coche o en moto,... aunque ellos mismos a veces se olviden de que lo son. ¿Por ejemplo? Este acróbata, que se ha empeñado, como ves en este vídeo, en saltar un acantilado de 135 m ¡en su moto!

Este supersaltador, supermotorista, adicto a la adrenalina o como prefieras llamarlo se llama Tom Pagès y se ha convertido en la primera persona en atreverse con la montaña de Avoriaz, en la frontera de Francia con Suiza. Y lejos de achantarse por ir en dos ruedas y aflojar en cuanto se acerca a los límites, pues todo lo contrario. 

Primero, toma carrerilla; luego, llega a la rampa de 7 metros en el borde del precipicio a 80 km/h, hace dos mortales (que ya es difícil de por sí para guardar el equilibrio salvo que seas un auténtico profesional)... y, por último pero no menos importante, el aterrizaje, precisamente aquello que ya supone la prueba de fuego para terminar con éxito el número y mantener la integridad. 

En este caso, como ves en el vídeo, por si no fuera suficiente con saltar un acantilado de 135 m en su moto, debe ejecutar con rapidez y certeza ciertas maniobras para salvarse a sí mismo y a su montura, que también tiene su aquel. ¿Cómo? Con dos paracaídas cuando caer a una velocidad de unos 150 por hora. 

Y por último, caer durante medio minuto y aterrizar unos 200 metros más abajo. “¡No había mejor lugar para esto que Avoriaz, un sitio mágico, rodeado de naturaleza, con lugares de madera [...].  Y es el único que encontré con una pared vertical de más de 130 m de altura", ha explicado el propio protagonista, quien ha explicado que "lo más difícil de todo fue dominar el viento". 

Tom Pagès ha sido cinco veces medalla de oro de motocross en la categoría Freestyle. Y dado que hace año empezó también a practicar el paracaidismo, se le ocurrió ir un paso más allá (o muchos más... arriba -y abajo-) y combinar ambas modalidades para saltar con su moto y no caer a los pocos instantes, sino disfrutar de un vuelo doble en paracaídas.