Llevar un dispositivo de retención infantil cuando así sea necesario es, además de obligatorio, la única forma de proteger a los más pequeños dentro del vehículo. Si vas a comprar una silla infantil de coche, la DGT te dice cómo deben ser, pues es importante conocer las indicaciones estrictas que el organismo impone para dar seguridad a este colectivo tan vulnerable en los accidentes de tráfico.

Para empezar, es importante saber que “aquellos niños que midan 135 cm. o menos deben ir en la parte trasera del coche con su correspondiente silla de coche específica o elevador con respaldo”. Eso quiere decir que está totalmente prohibido llevar un niño en brazos o colocar el mismo cinturón que utiliza un adulto. Este ocupante deberá contar con una silla especial que debe estar bien anclada al vehículo. El anclaje más recomendado será el Isofix.

La silla que compremos para nuestro hijo o el ocupante que vaya a utilizar la silla infantil debe cubrir la totalidad del cuerpo. La cabeza no puede sobresalir por encima del respaldo. Cuando el ocupante haya superado los 150 cm. de altura podrá usar el cinturón de seguridad tradicional. Cuando el mismo haya cumplido los 13 años, y siempre que supere los 135 cm., podrá viajar en el asiento del copiloto. Aunque se recomienda que viaje en los traseros.

La DGT también indica que si la silla infantil debe colocarse en el asiento delantero por alguna razón, “sólo podrán utilizar sistemas de retención orientados hacia contramarcha”. De la misma manera, habría que desactivar el airbag del copiloto para poder instalar la silla infantil en este asiento. La misma DGT pone a disposición de los usuarios una revista interactiva en la que podemos consultar todas las dudas sobre los sistemas de retención infantil.

Imagen - DGT