Los protectores de puerta que necesitas para evitar dañarla al abrirla
Emm Jiménez
Existen dos tipos de personas, los que tienen un coche y se preocupan por el más mínimo rasguño, y todos lo demás. Si estás leyendo esto lo más probable es que seas del primer grupo. Y no te preocupes, no estás solo. No eres un friki, no eres raro. Simplemente quieres cuidar de tu coche al máximo. Seguro que eres de los que sale del coche con muchísimo cuidado de no dar al coche de al lado, a una columna, o a una pared, para no dañar la puerta, o el objetivo que golpeas. El problema es que no todo el mundo que sube a tu coche es así.
Si quieres evitar que el extremo de la puerta se dañe, estos protectores de puerta son ideales para ti. Al menos, son una buena opción durante los primeros años que tienes el coche, que es cuando más se preocupa uno por el coche.
Hay algunos vehículos que al adquirirlos incluye ya un protector para la puerta. No obstante, si no era el caso de tu coche, o si tú cuando lo compraste decidiste no añadir este extra, puedes incluir unos protectores para la puerta de forma muy simple y fácil.
Y hay varios tipos. Nosotros hemos elegido dos diferentes que cuentan con un precio económico. El primero de ellos es un protector adhesivo simple, que no es más que una pieza de plástico con una cara adhesiva que se fija a la puerta y que evita que al abrir la puerta y golpear contra algún objetivo sea el metal lo que choque, de forma que se absorba el golpe en cierta medida.
El precio de estos protectores no es nada caro, y puedes comprar unas cuatro piezas de plástico por unos nueve euros, una para cada una de las puertas del vehículo. Lo ideal es instalar estas piezas en un vehículo de color negro, o de color oscuro, si el objetivo es que tampoco llame demasiado la atención.
La otra opción es comprar una tira de 8 metros de protección para las puertas. Tendrás tú mismo que cortarlas e instalarlas en las puertas. Lo mejor es que estas tiras están compuestas por un núcleo metálico, que son como "grapas", y recubiertas por una capa de goma, que es la que absorbe energía del golpe.
Puedes cortarlas con un cúter e instalarlas en el lateral de la puerta, y eliges tú si quieres cubrir una gran superficie del lateral de la puerta, o solo la sección que chocaría contra otra puerta. Su precio es de unos 20 euros, y es otra gran opción, aunque requiere de más trabajo, algo que tampoco te importará si eres de los que se preocupa por su coche.
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