Desactivar el Start-Stop: estas son sus ventajas e inconvenientes

Desde hace ya algunos años, el sistema Start-Stop es parte del equipamiento de serie de muchos vehículos. Sin embargo, son muchos los detractores de esta tecnología y algunos conductores ya han decidido desactivar el Start-Stop. Hoy hablamos de cuáles son las ventajas y los inconvenientes de desconectar este sistema.

El Start-Stop fue concebido como una medida para contribuir al ahorro de combustible, especialmente en aquellos momentos en los que el vehículo está parado, como por ejemplo en una retención o en un semáforo. No tiene sentido mantener el motor en marcha, consumiendo carburante, si realmente no lo estamos utilizando para desplazarnos.

Este sistema desconecta el motor de combustión y mantiene activos muchos de los sistemas eléctricos del vehículo. Una vez pisamos el embrague (en un coche manual) o levantamos el pie del freno (vehículo automático), el motor vuelve a arrancar de nuevo. Para desactivar el Start-Stop, los coches incluyen un botón que nos ofrece esa posibilidad.

Pero, ¿qué ocurre si lo desconectas? ¿Es bueno o malo para el coche? ¿Qué ventajas e inconvenientes supone desactivarlo?

Ventajas de desactivar el Start-Stop

Estas son las principales ventajas de desactivar el Start-Stop:

No se desgasta tanto la batería: el más evidente de todos es que la batería no se desgastará tanto debido a los constantes arranques. El nivel de su carga puede disminuir considerablemente si, además, estamos haciendo uso de otros componentes eléctricos del vehículo. Sin embargo, el sistema Start-Stop se inhabilita automáticamente si el vehículo detecta que la batería no tiene suficiente carga.

Ahorrarás en posibles averías: piezas como el alternador, el motor de arranque, los silenblocks y la propia batería sufren menos desgaste si desactivas el Start-Stop. Esto significa que prolongarás su vida útil y, por consiguiente, ahorrarás en posibles averías.

Ayudas a refrigerar el motor: si el motor se mantiene en marcha, el líquido refrigerante seguirá circulando por el circuito y se podrá activar el electroventilador si así lo requiere el vehículo. Al desactivar el Start-Stop también ayudas a refrigerar el motor.

Podemos seguir utilizando el climatizador a pleno rendimiento: cuando el Start-Stop apaga el motor, el climatizador reduce su rendimiento para no agotar la batería. En días de mucho calor, notarás que la temperatura sube dentro del habitáculo cuando el motor se desconecta.

Inconvenientes de desactivar el Start-Stop

Y estos, los principales inconvenientes de desactivar el Start-Stop:

Consumo: entre los principales inconvenientes de desactivar el Start-Stop encontramos el aumento de consumo. Se estima que un coche puede ahorrar hasta 4 litros de combustible cada 1.000 km si equipa esta tecnología.

Emisiones de CO2: de igual forma, las emisiones de CO2 y otras partículas contaminantes serán más elevadas. También se ven afectados por la acumulación de carbonilla la válvula EGR y el filtro de partículas, especialmente a ralentí.

Ruidos y vibraciones: si desactivas el Start-Stop, deberás aguantar las vibraciones y los ruidos generados por un motor a ralentí mientras estés parado en un semáforo o en un atasco.

No sacar partido a una tecnología probada: si tu coche equipa el sistema Start-Stop, has pagado por esta tecnología incluso si forma parte del equipamiento de serie. Desactivarlo es igual a haber desperdiciado tu dinero, por lo que no estarás aprovechando un sistema testado por el fabricante.

Tendrás que desactivarlo cada vez que uses el coche: por último, el quinto inconveniente de desactivar el Start-Stop es que tendrás que hacerlo cada vez que utilices el coche. Por defecto, el sistema se restaurará (volverá a activarse) cada vez que pares el motor de forma manual.