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Lamborghini LM002: la mascota de Tina Turner

Carlos Siles

Si el Lamborghini LM 002 ya es un coche exótico, este ejemplar lo es aún más, ya que perteneció a la mítica cantante de rock Tina Turner.

Sus altibajos son legendarios: la cantante de rock Tina Turner (Nutbush City Limits,'Private Dancer, Goldeneye) estaba en el punto más bajo de su vida en el año 1977, con 37 años. Estaba hasta el cuello de deudas y se mantenía gracias a bolos en algunos clubes. Cambiamos de escena, aunque no de año. A Lamborghini tampoco le va bien. Los militares americanos buscan un nuevo todoterreno estándar para sus tropas y les presentan el Cheetah, un prototipo de Lamborghini. Un desastre. Este modelo fracasa estrepitosamente en las trialeras y al final sólo se podía constatar su muerte. Le falta torsión y la tracción integral no encaja como tampoco lo hace su cambio de marchas.

La mecánica V8 de Chrysler, con sus años, es la pieza más fiable de esta preserie sin madurar. En el año 1977, Lamborghini y Tina Turner tienen al menos una cosa en común: un gran pasado y unas finanzas lamentables. Tres años y un juicio por insolvencia más tarde, el nuevo jefe de Lamborghini, un industrial francés llamado Patrick Mimram, cree ver un potencial de venta para el todoterreno de la marca italiana en Arabia Saudí.

Saca los planes del Cheetah y habla de un objetivo bastante poco discreto: "¡Construimos el todoterreno más rápido del mundo!” Los ingenieros de la sede de la empresa en Sant Agata Bolognese crean un monstruo con el V12 del deportivo Countach... ¡con 450 CV! La velocidad punta para aquellos tiempos era de unos increíbles 211 km/h, unos tiempos en los que un Mercedes 280 GE con 156 CV y 160 km/h se convertía en una mala bestia. No fue hasta el año 1986 cuando el LM 002 sale a la serie.

Al mismo tiempo, Tina Turner revive con canciones como What’s love got to do with it y se vuelve a enamorar, esta vez del alemán Erwich Bach, jefe de EMI-Electrola. Comienzan una vida juntos en Colonia. Lamborghini, sin embargo, tiene que volver a vivir un revés. Las ventas del LM 002 van regular. Y lo que más les molesta a los nobles hijos del desierto, la mayor parte de la clientela, es que, a pesar de tener un volumen de depósito de 290 litros, su alcance era bastante corto. Y no es de extrañar, cuando los seis carburadores Weber dobles dejaban pasar entre 30 a 100 litros de Súper cada 100 kilómetros.

Habrían tolerado las fugas de aceite, un penetrante olor a gasolina en el interior y las entradas manchadas a los palacios. Pero las rajas en el bloque motor y los desvaríos del sistema eléctrico no tenían perdón. En 1992 se acabó su producción, con un fracaso reflejado en sus únicos 301 ejemplares vendidos.

Entretanto, la cantante se había enamorado también del Lambo, pero ella conduce coches automáticos y el todoterreno sólo cuenta con cambio manual. Su novio descubre un ejemplar del año 1989 cerca de Coblenza y lo compra por unos 36.000 euros. Se lo entrega al especialista Bale Motorsport para que le ponga una caja de cambios automática. También le monta una mecánica V8 de gasolina de un accidentado Mercedes E 500.

El cambio cuesta más del doble del vehículo de serie. Dentro de los 78.000 euros que costó la modificación, está incluida la defensa frontal, del diámetro de una botella de Coca-Cola de 2 litros. ¿El motivo de tal bestialidad? Tina se movía mucho por St. Tropez y el estilo de conducción de los franceses le daba miedo. Muchos de sus detalles están hechos al gusto de Tina: se ha reducido el capó original, y es que Tina mide 1,60 metros.

Por supuesto que tiene equipo de música: 1.500 vatios de Blaupunkt, con subwoofer debajo del asiento trasero. Y, además, muchas luces y espejos que convierten al Lambo en un camerino de artista. Damos una vuelta. El V8 de Mercedes resulta ser una elección acertada, y gruñe de una forma impresionante por sus 4 tubos de escape, apenas menos imponente que el motor original.

Las ruedas de Pirelli de 345 mm cantan como los neumáticos de un viejo camión militar. En las obras de las autopistas uno tiende a ponerse muy a la derecha ya que sin espejos, el vehículo mide 2,04 m de ancho. En el interior, su enorme túnel central roba mucho espacio y el sitio para los pies es tan escaso que lo conducirás mejor con zapatos estrechos. Tina Turner se acaba de separar de este ejemplar único. Está a la venta, pero esta vez por 179.000 euros. ¡Qué pena! Debería haber nacido estrella del rock...

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