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Fórmula E

La Fórmula E es el primer campeonato de coches 100% eléctricos. Fue creado en 2014 por Alejandro Agag y en sus inicios fue apodado como la “Fórmula 1 eléctrica”, pero en solo unas pocas temporadas se ha forjado su propio nombre. De hecho, desde 2020 cuenta con el título de “Campeonato del Mundo” junto a la Fórmula 1, Mundial de Rallys, Mundial de Resistencia y Mundial de Rallycross… lo que da muestra de su rápido crecimiento.

 

Los coches de Fórmula E están creados para garantizar la igualdad entre pilotos y por ello cuentan con el mismo chasis. La única diferencia entre los mismos se encuentra en el sistema de propulsión (motor, caja de cambios e inverter), que es construido por los propios equipos, y la configuración de la suspensión trasera.

 

Las baterías también son idénticas para todos los equipos y, gracias a su capacidad de 54 kWh unida a la energía que regeneran los coches mientras compiten, los Fórmula E pueden completar la distancia de carrera (45 minutos + 1 vuelta). Esto no fue posible en sus cuatro primeros años de historia: los pilotos debían parar en boxes para cambiar de coche a mitad de carrera.

 

Los coches de Fórmula E actuales (2ª generación) son capaces de alcanzar 280 km/h de velocidad punta y de acelerar de 0 a 100 km/h en solo 2,8 segundos, gracias a su motor eléctrico de 335 CV, una sofisticada aerodinámica y a un peso mínimo de 900 kg. Solo utilizan sus máximas prestaciones en la sesión de clasificación, ya que en carrera los pilotos han de centrarse en ahorrar energía a la vez que compiten, para así poder cruzar la línea de meta. La potencia se limita a 270 CV en condiciones de carrera.

 

Una de las peculiaridades de este campeonato es que todas sus pruebas se disputan en circuitos urbanos, situados en algunas de las ciudades más importantes del mundo. A lo largo de la corta historia de la F-E se han disputado carreras en Londres, Nueva York, Paris, Roma, Pekín, Berlín, Ciudad de México, Mónaco, Miami, Punta del Este…

 

El espectáculo, la competitividad técnica entre fabricantes y equipos y la máxima igualdad entre competidores, ha llevado a que las marcas más importantes de la industria automóvil se hayan involucrado en el campeonato. También los aficionados disfrutan del mismo, tanto desde circuito como desde casa, pues hasta ellos pueden aportar un extra de potencia (fanboost) a su piloto favorito votándole en redes sociales. Si es uno de los cinco más votados, tendrá un ‘impulso’ de potencia extra durante unos segundos.