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Coches híbridos enchufables - Página 2

El propulsor de combustión es el que se encarga de mover el coche, pero a la tarea ayudan los motores eléctricos. De esta manera, cuando actúan de manera conjunta es cuando el sistema tiene un mayor rendimiento, perdiendo prestaciones tanto cuando se circula únicamente con el motor eléctrico o cuando se ha agotado la batería y solo opera el térmico.

El tamaño de la pila varía según el modelo, pero cada vez son mayores, lo que otorga a los PHEV un alcance cada vez más amplio. En España, si su autonomía en modo cero emisiones supera los 40 kilómetros, consiguen la etiqueta Cero de la DGT, la misma que lucen los coches eléctricos.

Es lo más habitual, pues los fabricantes apuntan a rangos de acción eléctricos cada vez mayores, para conseguir cifras de consumo lo más bajas posibles, pero hay casos en los que no llegan a dicho rango (como es el caso de deportivos PHEV), por lo que la etiqueta medioambiental que lucen es la ECO.

Sobre el papel homologan consumos realmente bajos, que suelen ser incluso de 1 l/100 km, pero esto tiene cierto truco. Y es que, durante la homologación solo se miden los primeros 100 kilómetros, que se hacen además con la batería plenamente cargada, por lo que gran parte del trayecto lo hacen usando solo la batería, lo que da resultado a datos muy bajos.

Sin embargo, cuando se agota la energía eléctrica, además de la pérdida de prestaciones por no contar con el apoyo de esa parte, el consumo se eleva de manera considerable, puesto que además, por la presencia de las baterías, son más pesados que modelos equivalentes que solo sean térmicos, algo que se nota sobre todo en modelos grandes como los SUV.

Los coches híbridos enchufables cuentan con muchas ventajas: no pagan el impuesto de matriculación, tienen una bonificación de hasta el 80% en el impuesto de circulación, dependiendo de la ciudad; no pagan en las zonas de estacionamiento regulado del SER y no les afectan las restricciones de los protocolos anticontaminación.