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Coche compartido

La Asociación de Vehículo Compartido de España (AVCE) calcula que, a día de hoy, más de un millón de usuarios recurre de forma habitual al carsharing.

La movilidad compartida es una de las alternativas por la que apuestan, a diario o de manera puntual, muchos usuarios. Por varias razones, las más importantes, porque es una forma de movilidad de acceso rápido, sencillo y, sobre todo, económico.

Dicen que Netflix ha cambiado la forma de ver muchas cosas, no solo series y películas. Los jóvenes (y cada vez menos jóvenes) ponen el valor en lo que consumen por encima de lo que poseen. Y esta es una de las razones por las que la compra de un coche no ocupa los primeros puestos en su lista de prioridades (al menos no la compra tradicional, porque el renting sí para muchos está entre sus opciones).

 

Sharing, el anglicismo de compartir

 

El sharing es la opción de compartir en cualquiera de sus modalidades.

La más habitual es el carsharing, es decir, la fórmula para compartir coches. Es una alternativa muy presente en las grandes ciudades. Madrid, por ejemplo, tiene varias empresas de carsharing, como Zity, Wible o Car2Go. Otra particularidad y ventaja es que todas ofrecen coches eléctricos.

Quienes prefieren las dos ruedas optan por el motosharing o motos compartidas (normalmente también de propulsión eléctrica). Cooltra o Acciona son dos empresas líderes en este sector.

Y cada vez son más quienes, cuando se trata de trayectos de pocos kilómetros, optan por un patinete eléctrico (de Lime, Voi o Tiger, por ejemplo) o una bicicleta de uso compartido.

 

Así funciona el carsharing

Contratar un coche de uso compartido es muy sencillo.

Todas las plataformas que ofrecen este servicio funcionan del mismo modo. El servicio se contrata a través de una aplicación en la que el usuario se registra e introduce el número de tarjeta de crédito en el que le cobrarán el alquiler.

Cada empresa de carsharing tiene tarifas diferentes; pero la mayoría cobran por minuto de uso y ofrecen packs que hacen que los usos prolongados resulten más económicos. El contrato de alquiler incluye el seguro sin franquicia.

 

Carsharing rural

Madrid, Bilbao, Barcelona o Valencia son algunas de las ciudades con mayor presencia de empresas de carsharing. La mayoría prestan servicio solo en la zona central (por lo que son una alternativa a tener en cuenta para quienes conducen un coche sin etiqueta de acceso prohibido a las Zonas de Bajas Emisiones -ZBE-).

Existen, no obstante, dos empresas que exploran la movilidad compartida en entornos rurales, una es Guppy que opera en Asturias y ha sido elegida entre las iniciativas que contarán con financiación del Plan Moves Singulares.

La otra es Hyundai que desde hace meses tiene en marcha el programa VIVe que permite que los habitantes de pequeños pueblos compartan coche eléctrico.